Actualizado a: 24 de junio de 2022Si tienes un equipo para gaming y usas Microsoft Windows 10, es probable que si no tienes demasiados recursos de hardware no vaya todo lo fino que te gustaría con los videojuegos, especialmente en los equipos portátiles. Windows no se caracteriza por ser el sistema operativo que menos recursos consume precisamente.
Por ese motivo, hay algunos trucos que puedes poner en práctica para que tu sistema reste menos recursos de hardware y así poder destinarlos a los videojuegos. De esa forma, optimizas el sistema y notarás una mejoría cuando te diviertas con tus títulos favoritos. Evidentemente, no puedes esperar milagros, pero sí que se notará.
Antes de comenzar, ten en cuenta que muchas de estas instrucciones desactivan procesos o servicios de Windows 10 y podrían hacer que ciertas cosas dejen de funcionar. Por lo general son cosas que no se usan, pero si dudas, mejor sáltate ese paso…
¿Para qué optimizar Windows 10?
Todo software ejecutándose en tu equipo consume una serie de recursos, principalmente espacio en la memoria principal y tiempo de CPU ejecutando sus instrucciones. Windows 10 es un software que siempre está ejecutándose para que el resto de aplicaciones, entre las que están los videojuegos, puedan funcionar.
Sea un PC de sobremesa o un portátil, si reduces esos recursos usados por Windows 10 y sus servicios significará que los estás liberando para que puedan usarlos los videojuegos. Siempre quedará el sistema base y el kernel ejecutando, pero al menos podrás deshacerte de ciertos procesos que no son importantes y que están consumiendo.
De eso tratará este tutorial, de cómo poder parar esos procesos que se están ejecutando y que son auxiliares, y por tanto podrías prescindir de ellos o hacer que consuman menos recursos, agilizando así la ejecución de tus videojuegos favoritos sin necesidad de cambiar de equipo o ampliar el hardware. Además, no necesitarás ninguna herramienta de pago, es todo gratuito…
Pasos para optimizar Windows 10 y acelerar tus videojuegos
El objetivo principal es eliminar todo aquello que consume recursos y que no es imprescindible. Eso deja un sistema operativo con menos servicios y procesos, y por tanto más liviano para que el videojuego se beneficie de esto.
0 Usa alguna herramienta para optimizar tu CPU para videojuegos
Existen algunas herramientas para extraer de forma automática el máximo rendimiento de la CPU para videojuegos. Un ejemplo es Quick CPU para poder sacarle el máximo rendimiento a los procesadores multinúcleo actuales. Por ejemplo evitando que se apaguen núcleos o se reduzca la frecuencia de reloj, aunque debes monitorizar la temperaturas en estos casos, ya que se va a incrementar el consumo y se sobrecalentará más…
1º Detener procesos no esenciales
Hay procesos imprescindibles para mantener en funcionamiento el sistema operativo y sus servicios, pero otros no lo son. Para ello, lo primero que debes hacer es:
- Pulsa Ctrl+Alt+Supr en tu Windows 10.
- Eso lanza una pantalla en azul en la que debes elegir el Administrador de Tareas.
- Detente en la pestaña principal Procesos.
- Deberías no tener ningún programa ejecutándose en ese momento. Observa que hay varias columnas, como CPU, memoria, almacenamiento, etc. Si notas que algunos procesos consumen demasiado, busca su nombre en Google y comprueba si es un proceso fundamental para Windows o se puede detener. En caso de que se pueda parar, hazlo.
- Luego ve a la pestaña Inicio.
- Allí podrás ver una lista de procesos o servicios que se inician durante el arranque junto con Windows 10. Esto va a demorar más el arranque del sistema, así como estar siempre en segundo plano consumiendo recursos.
- Haz clic en la columna Estado para que se ordenen según su estado.
- Observa que hay varias columnas. Una es el fabricante que indica el desarrollador del programa correspondiente a dicho proceso. En la pestaña Estado aparece si está habilitado (se inicia y por tanto consume) o no (Deshabilitado). Y la otra columna importante es la de Impacto de inicio. En ella se muestra si hace que el sistema se ralentice durante el arranque mucho (alto), poco (bajo), nada (ninguno) o intermedio (medio).
- De los que aparecen habilitados, deberías detener todos los no esenciales. Por ejemplo, todos los correspondientes a software de terceros como los de Adobe, Corel, HP, etc. Muchos de ellos son simplemente para actualizar software o tareas similares, y consumen recursos innecesariamente de forma continuada. Para deshabilitar, simplemente selecciona y haz clic en Deshabilitar. Por cierto, no deberías detener algunos de servicios como Steam si lo tienes, o referentes a la seguridad (antivirus), o a drivers (sonido, etc.).
Por ejemplo, en la imagen anterior, mira todos los referentes a Chromium, Dropbox, Autodesk, Spotify, Torrent, ASUS, OneDrive, etc. Todos esos no son imprescindibles y están ralentizando el sistema. Podrías dejar el del antivirus y los drivers de audio nada más.
2º Administración de energía (solo para portátiles)
Otra cosa que podrías hacer para optimizar tu Windows 10 y conseguir mayor rendimiento para gaming es gestionar las opciones de energía de tu equipo portátil. En ocasiones se configura por defecto un modo de ahorro que no está pensado para extraer el máximo rendimiento, sino para ahorrar batería.
Para poder hacer eso y que los videojuegos puedan aprovechar todos los recursos de hardware sin restricciones, puedes hacer esto:
- Ve a Panel de Control.
- Hardware y sonido.
- Luego dirígete a Opciones de energía.
- Allí selecciona la opción de Alto rendimiento frente a otras como Equilibrado o Economizador.
Esta opción forzará al hardware a estar al máximo de su rendimiento, aunque agotará la batería antes. No obstante, si vas a jugar, puedes conectar el equipo a la red eléctrica y la autonomía no supondrá un problema.
3º Windows Update programado
Windows Update también es otro sistema de Windows 10 muy molesto, ya que usa recursos en segundo plano para buscar actualizaciones, descargarlas e instalarlas. En muchas ocasiones lo hace en el momento más inoportuno de todos, incluso necesitando reiniciar el sistema para que las actualizaciones surtan efecto.
Por eso, en este paso deberías programar Windows Update para que haga su trabajo en las horas en las que no sueles jugar a videojuegos. Eso evitará que durante las partidas te reste recursos. Para eso, puedes seguir estos pasos:
- Ve al buscador de Cortana, escribe «Horas activas» sin comillas.
- Ahora pulsa sobre la utilidad que te muestra en la lista «Cambiar horas activas«.
- En la nueva ventana deberás pulsar en el botón Cambiar horas activas.
- Selecciona una franja horaria en la que Windows dejará de destinar recursos para Update. Así, esas horas no te incordiará para que juegues al máximo rendimiento. Por ejemplo, puede ejecutarse mientras trabajas con software ofimático, reproduces música, etc., ya que no son cosas que demanden demasiados recursos.
No deberías poner horas donde no esté el equipo encendido, como por la noche, ya que eso podría restar actualizaciones importantes. A no ser que las hagas manualmente…
De hecho, una de las causas de falta de rendimiento podría ser que los drivers gráficos están desactualizados. Asegúrate de que los drivers de tu tarjeta AMD, NVIDIA o Intel están actualizados para que estén lo más optimizados posibles y funcionen de la mejor forma con los videojuegos. Algunas actualizaciones están dirigidas precisamente a optimizar el trabajo con ciertos títulos de videojuegos.
4º Limpieza de software
Otra de las opciones que tienes para acelerar Windows 10 es eliminar todo aquello que no necesitas. Eso es también una buena práctica recomendada en el ámbito de la seguridad, pero sirve también para el rendimiento. Elimina todo aquello que ocupe espacio en el disco duro para liberarlo, así como programas instalados que jamás uses.
Por ejemplo, muchos equipos de marca suelen venir con gran cantidad de software innecesario que jamás usarás, como es el caso de los Dell, HP, Lenovo, ASUS, Acer, etc. Además, puede que tú hayas contribuido instalando ciertos programas de esos que solo usas una sola vez y los hayas dejado…
Para eliminarlos, tan solo haz lo siguiente:
- Ve a Panel de Control.
- Luego a Programas.
- Agregar o quitar programas.
- Ve leyendo cada uno de los programas instalados de la lista y decide si lo necesitas realmente o lo puedes eliminar. Todo aquello que puedas quitar por no usarlo, elimínalo (cuidado con eliminar software esencial, drivers, etc.).
5º Detener servicios de Windows 10 no esenciales
Otro de los focos de problemas son los servicios de Windows 10. Existen gran cantidad de ellos ejecutándose de forma transparente aunque el usuario no lo note, y todo eso está restando recursos a tus videojuegos. Muchos de esos servicios no sirven completamente para nada para gaming.
Para buscarlos, debes seguir estos pasos:
- Busca «Registros».
- Haz clic sobre la primera opción de la lista encontrada.
- Verás una nueva ventana con la lista de servicios de Windows 10.
- Fíjate en la columna Tipo de inicio.
- Entre los destacados que podrías modificar están:
- Administrador de mapas descargados: puedes ponerlo en Manual.
- Cola de impresión: si no usas la impresora, Desactivar.
- Aplicación auxiliar de NetBIOS sobre TCP/IP: si no compartes archivos a través de la red local, Desactivar.
- Aplicación auxiliar IP: si no usas redes IPv6, Desactivar o Manual.
- Servicios de sensores: si no es un table, convertible o móvil, entonces Desactivar. Solo sirve para el sensor de posición que no está presente en sobremesa y portátiles normales.
- Servicio de Panel de escritura a mano y teclado táctil: si no usas pantalla táctil, Desactivar.
- Servicio Hacer clic y ejecutar Microsoft Office: si no usas Office puedes Desactivar o Manual.
- Servicio del Centro de seguridad de Windows Defender: si usas otro antivirus diferente, Desactivar o Automático.
- Adquisición de imágenes de Windows (WIA): si tienes escáner o cámara puedes dejarlo, pero si no, Desactivar.
- dmwappushsvc: es un servicio para recolección de datos de Microsoft. Puedes Desactivar o poner en Manual.
- Acepta y puedes salir de la ventana.
6º Optimizar el registro de Windows 10
Ahora deberás seguir con el registro de Windows 10. Si no sabes bien lo que haces, te aconsejo no tocar esta parte, ya que podrías dañarlo y que no funcione adecuadamente o no arranque el sistema. Solo hazlo si sabes bien lo que estás haciendo. Te recomiendo también hacer uso de apps como CCleaner para reparar y mantener limpio el registro, para que esté en buen estado.
Para optimizar el registro para videojuegos, debes hacer esto:
- Pulsa la tecla Windows y R en tu teclado.
- En la ventana escribe «regedit» sin comillas. Pulsa INTRO.
- Ahora aparece la utilidad del registro.
- Debes desplazarte a la entrada o clave HKEY_LOCAL_MACHINE > SOFTWARE > Microsoft > Windows NT > CurrentVersion > Multimedia > SystemProfile.
- Allí, debes hacer clic con el botón derecho en el espacio en blanco de la derecha y crear un nuevo valor.
- Debe ser tipo DWORD.
- Su nombre será «SystemResponsiveness» sin comillas. Verifica que es tal cual, de lo contrario no funcionará.
- El valor hexadecimal debe ser «00000000» sin comillas, es decir, 8 ceros.
- Acepta. El servicio MMCSS que usan algunos videojuegos podrá funcionar para que prioricen el uso de CPU y GPU.
- Ahora debes ir a HKEY_LOCAL_MACHINE > SOFTWARE > Microsoft > Windows NT > CurrentVersion > Multimedia > SystemProfile > Tasks > Games.
- Ahora, busca en la derecha GPU Priority. Debes editarlo para cambiar el valor de 8 para poner en su lugar un 6.
- Ahora, Scheduling Category lo cambias a High en vez de Low.
- Acepta y ya puedes salir de Regedit.
7º Activar el modo juego
Deberías activar el modo juego de Windows 10. Una opción que permite optimizar un poco más el entorno para cuando estás jugando. Para ello:
- Busca «Modo de juego» en el buscador junto al inicio.
- Haz clic sobre Modo de juego de control para optimizar el equipo para juegos.
- Pulsa sobre la opción que pone Configuración de gráficos.
- Ahora selecciona Aplicación clásica.
- Busca el ejecutable del juego al que quieres jugar y agregalo.
- Pulsa sobre el agregado, ve a Opciones y selecciona la tarjeta gráfica dedicada en caso de tener alguna integrada Intel o AMD. Siempre y cuando tu equipo disponga de una dedicada, claro… Eso evitará que use otra tarjeta gráfica integrada de menor rendimiento.
8º Configura que no se ejecuten apps en segundo plano mientras juegas
A veces es probable que todo lo anterior sea insuficiente si de repente entran en ejecución ciertas aplicaciones programadas o puestas en marcha por algún tipo de evento. Para evitar que Windows 10 haga eso, puedes seguir estos pasos:
- Busca «Segundo plano» sin comillas en el buscador junto a inicio de Windows 10.
- Ahora pulsa en Elegir qué aplicaciones se pueden ejecutar en segundo plano.
- En la nueva ventana, busca en la lista las que no te interesa que salten en segundo plano y Desactivar. O tal vez quieras desactivarlas todas…
9º Prioridad del proceso del videojuego
En el momento de abrir el videojuego también puedes hacer otra cosa para que puedas obtener algo más de rendimiento. Esto es:
- Abre el videojuego al que vas a jugar.
- Pulsa Ctrl+Alt+Supr. Se minimizará la ventana del juego.
- Ve a Administrador de Tareas de Windows.
- Busca en la pestaña Procesos el nombre del videojuego que estás ejecutando.
- Por ejemplo, si es Fortnite, habrá un proceso llamado así. Haz clic con el derecho sobre él, Establecer Prioridad, y selecciona Alta.
- Aceptar y puedes salir del administrador de tareas. No es recomendable usar la opción Tiempo real. Esa sería la de mayor rendimiento, pero eso podría perjudicar incluso al propio Windows.
Ahora ya puedes seguir jugando con algo más de rendimiento.