Actualizado a: 27 de junio de 2022
Cuando nos decidimos a montar un ordenador desde cero o bien queremos actualizar el hardware del PC para más rendimiento, seguramente nadie piense en un principio si necesitamos una tarjeta de sonido dedicada o no.
Hay una razón lógica para ello, y es que la mayoría de placas base ya incorporan un chip de audio lo suficientemente bueno como para satisfacer los requerimientos de la mayoría de usuarios.
A pesar de esto, siguen existiendo tarjetas de sonido dedicadas y hay algunas ocasiones donde es recomendable instalar una, así como hay tantos motivos para trabajar con la tarjeta integrada.
Veamos las principales ventajas de contar con una tarjeta de sonido específica y en qué casos es recomendable optar por una en nuestro equipo.
Tarjeta de Sonido Dedicada vs Tarjeta de Sonido Integrada
Cómo hemos mencionado en el punto anterior, la gran mayoría de placas base llevan una tarjeta de sonido integrada. Aunque no son una tarjeta, sino más bien chips integrados en la placa base y los conectores de audio. Suelen ubicarse en el panel trasero de la placa y disponen de conectores adicionales en la parte delantera.
Si hablamos de las tarjetas de sonido dedicadas, distinguimos dos tipos: las internas y las externas. Las tarjetas de sonido internas se conectan a la placa base desde la ranura PCIe como cualquier otra tarjeta de expansión. Las tarjetas de sonido externas, por su parte, se conectan vía USB.
Como cualquier otro componente, la calidad varía en función de la marca, el modelo y por supuesto el precio. Pero por regla general, las tarjetas internas funcionan mejor que las externas. Sin embargo, una tarjeta externa es mucho más fácil de instalar, son portátiles y puedes instalarlas en diferentes dispositivos.
Ventajas de las tarjetas de sonido dedicadas
Cuando se combina con el altavoz adecuado, una tarjeta de sonido dedicada va a proporcionar una mejora importante en cuanto al audio. Por sí sola, una tarjeta de sonido no hará prácticamente nada sin el equipo adicional para utilizarla correctamente. Seguramente ni siquiera notes la diferencia utilizándola por sí misma.
Este equipo adicional puede consistir en altavoces, interfaces de audio, micrófonos, auriculares, etc. A fin de cuentas, lo más probable es que tengas que gastar más de 100 euros adicionales para poder utilizar realmente una tarjeta de sonido dedicada.
Otra gran ventaja es que una tarjeta de sonido dedicada reducirá el uso de la CPU, liberándola para otras tareas como los juegos o la ejecución de otros programas de mayor rendimiento.
La tarjeta de sonido quita la carga de audio a la tarjeta gráfica o a la CPU, lo que se traduce en un mejor rendimiento de los juegos. Este es uno de los efectos menos conocidos de una tarjeta de sonido, pero es muy conveniente que puedas aumentar el rendimiento de tus gráficos a la vez que mejoras tu experiencia de sonido.
Por supuesto, si no eres un jugador y tiene uno para ver películas o portátiles para edición de vídeo, estas dedicadas no harán mucho por ti.
Desventajas de las tarjetas de sonido dedicadas
La mayor desventaja a la hora de comprar una tarjeta de sonido dedicada suele ser el precio. Aunque puede llegar a ser asequible, verás que las tarjetas de sonido de menor calidad no te aportarán mucha diferencia.
En el caso de las tarjetas gráficas, puedes entrar en Youtube y ver innumerables vídeos en los que se comparan los FPS y la temperatura, de modo que cuando finalmente compras una, tienes una idea bastante clara del impacto que tendrá en las imágenes.
Sin embargo, con las tarjetas de sonido las cosas están mucho menos claras. Pueden tener efectos diferentes en distintos equipos.
Por ejemplo, si tú y yo tenemos la misma tarjeta de sonido, pero yo tengo un altavoz de mayor calidad que tú, mi tarjeta de sonido va a parecer mejor. Te preguntarás por qué estás recibiendo una calidad inferior a la mía, a pesar de que la mayoría de las tarjetas de sonido nunca indican qué altavoz debes utilizar. Puede que la devuelvas sin darte cuenta de que el problema no era la tarjeta de sonido, sino tu altavoz.
Todo esto significa que la compra de una tarjeta de sonido está llena de pruebas y errores.
¿Quién necesita una tarjeta de sonido?
En general, los profesionales de la música y el vídeo son los que más ganan con el uso de una tarjeta de sonido dedicada. Cuando sea absolutamente necesario escuchar un sonido más profundo y rico para adaptarlo perfectamente a otras fuentes, una tarjeta de sonido puede resultarte muy útil.
Si sólo utilizas el ordenador para jugar, probablemente no necesites una tarjeta de sonido dedicada. El sonido integrado en el ordenador debería ser suficiente para cualquier necesidad de juego que tengas.
La única excepción podrían ser los juegos que utilizan sonido envolvente y que lo utilizan como una característica crucial. Sin embargo, estos juegos son escasos y suelen ir bastante bien con auriculares. Por lo tanto, no hay problema en utilizarlos con el audio integrado.
Si utilizas tu PC para las tareas cotidianas y la navegación web en general, es casi seguro que no vale la pena pensar en una tarjeta de sonido.
Conclusión
A fin de cuentas, eres tú quién debe decidir si merece la pena invertir para mejorar la calidad de audio de tu setup. Sin embargo, si tu tarjeta de sonido esta defectuosa o notas que empieza a fallar, es mas barato y sencillo sustituirla por una nueva.