Actualizado a: 16 de abril de 2024
La review del monitor gaming Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED nos ha puesto nostálgicos. A fin de cuentas, hubo un tiempo en el que parecía que la industria del videojuego se resumía en un par de nombres propios que copaban todos y cada uno de los titulares de casi cualquier medio de comunicación. La potencia y la hegemonía de las videoconsolas carcomió la escena periodística, haciendo del duelo de titanes algo tan ‘tedioso’ que hasta lograron hacer que los ordenadores quedasen en segundo plano.
La respuesta fue el llamado de la master race y el revulsivo de quienes pasaban su tiempo con una portátil. Con todo eso y más, hubo un tiempo en el que nos olvidamos que el mundo iba más allá de la potencia. A fin de cuentas, de nada servía disponer del PC más potente del mercado si no se disponía de un monitor a la altura de las expectativas. Tampoco era demasiado consuelo tener una consola de última generación y uno de esos televisores de ‘culo grueso’ que hoy día muchos jóvenes ni conocen.
Es curioso, pero se daba por sentado que la calidad de imagen iba aparte. Por supuesto, este ‘error’ es solo una generalización y una exageración de lo que durante un tiempo fue la guerra de consolas. Tanto es así que hubo muchas empresas que no dejaron de diseñar nuevos y mejores productos para potenciar aquella experiencia interactiva que no dejaba de crecer. Hoy, en pleno 2023, ese pasado es poco más que un fantasma informe que no puedo hacer mucho más que salir corriendo cuando se encuentra frente a algo tan singular como el que dice ser uno de los mejores monitores del mercado.
Review del monitor gaming Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED
Así de contundentes nos mostramos en lo que viene siendo la presentación del análisis del monitor gaming Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED. También podríamos decir que es una auténtica bestia del entretenimiento con unas prestaciones técnicas simplemente impresionantes. No obstante, esto no solo sería quedarse muy corto, sino que además no estaríamos explicando ni el porqué de todo esto. Con eso en mente, y sin más dilación, os presentamos nuestra review.
Características
Tamaño de la pantalla | 45 pulgadas |
Resolución nativa | 3440×1440 (21:9) |
Resolución máxima | 3440×1440 |
Frecuencia | 240 Hz |
Tiempo de respuesta | GtG 0.03ms |
Cobertura de color | 100% (sRGB), 98.5% (DCI-P3) |
Brillo | HDR con 1.000nit de brillo máximo |
Relación de contraste | 1.500.000:1 |
HDR | HDR10 |
Color de pantalla | 1.07B (10-bit RGB) |
Tipo de pantalla | OLED |
Superficie de pantalla | Non-glare |
Tecnología Conectividad | HDMI, DisplayPort, USB tipo C, USB tipo A |
Dimensiones | 30.46 cm x 1.07 metros x 57.49 cm |
Peso | 10 kg |
Características especiales | Adaptive Sync, Curved, High Dynamic Range, Ultrawide Screen |
Por supuesto, no podríamos empezar desgranando sus cualidades sin antes saber cuáles son, en efecto, sus características. Y lo cierto es que echando un vistazo rápido a estas somos capaces de ‘entender’ muy rápidamente la calidad del monitor que durante unas semanas se ocupó de hacernos disfrutar de algunos de los mejores juegos del mercado. Spoiler: The Witcher 3 y Call of Duty: Modern Warfare 2 son una auténtica locura en él.
Y volviendo al tema de las características, tanto por precio como por especificaciones, está claro que el Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED ha sido diseñado como un monitor prémium de gama alta para los usuarios más exigentes. Y aunque está claro que puede responder a las exigencias de casi cualquier usuario, serán estos quienes más partido le saquen. Sobre todo cuando hablamos de videojuegos, faceta en la saca pecho como pocos gracias a la calidad de la imagen, la paleta de colores, la pureza del negro y los 240 Hz de los que hace gala.
Una pantalla de ultracalidad flexible que nos ha dejado locos
Estos no son los únicos puntos llamativos de los que dispone, por supuesto. La pantalla, como tal, dispone de una calidad brutal que ofrece una imagen de un nivel altísimo con el don de resaltar —en el buen sentido— hasta el más mínimo detalle de esos mismos videojuegos, por ejemplo. De hecho, es en aquellos de mayor envergadura donde saca pecho con mayor soltura, pues es ahí donde se luce de verdad.
Con sus 45 pulgadas y su relación 21:9, junto con su resolución de 3.440 x 1.400, es capaz de obtener lo mejor de lo mejor en casi cualquier juego. No obstante, esto es quedarse muy corto, pues como herramienta de trabajo es excepcionalmente cómoda. Dentro del mercado de las ultrawide, la Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED responde a prácticamente todas nuestras expectativas. Sobre todo cuando tenemos en cuenta su capacidad de flexión.
Aunque de buenas a primeras pueda parecer una tontería, lo cierto es que es realmente útil. A fin de cuentas, nos permite adaptarla a nuestras condiciones y circunstancias —con un límite, claro está—. Gracias a esto gana en ergonomía y comodidad. Al poder ajustar el grado de flexión, somos capaces de ajustarla de la mejor manera posible a nuestra setup y a las condiciones físicas de nuestro escritorio. Ahora bien, debemos tener en cuenta que es bastante alta, por lo que será mejor que tengamos espacio. Bueno, y ancha.
Es una pantalla grande. Así, sin más. La mejor manera de definir a la Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED es decir que es grande. Muy grande, pero no lo suficiente como para ser incómoda. A una distancia normal es perfectamente disfrutable. En mi caso, por ejemplo, suelo utilizar dos pantallas, por lo que estoy acostumbrado a ir de una a otra. En ese sentido, la Corsair es igual (más, inclusive) cómoda, puesto que en ningún momento se siente que perdamos el punto o el foco. Y aunque con algunos juegos hace falta acostumbrarse, la adaptación es muy rápida. P.D. La curvatura máxima es de 800R.
Review de Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED, un monitor que destaca en todos los ámbitos
Dicho esto, queremos recuperar la cuestión de la cálida de la imagen, puesto que consideramos que es uno de los temas más importantes del presente análisis. A fin de cuentas, es el tema principal de cualquier monitor que se precie. En el caso del Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED ya os decimos que cualquier adjetivo que podamos incrustar en el presente texto se va a quedar algo «corto». Aparte, las imágenes que pudiésemos compartir con vosotros sobre la calidad de la pantalla encendida tampoco le harían justicia.
Hemos preferido que la veáis de manera más práctica para que podáis entender cuál es su distribución y construcción de manera más efectiva. No obstante, solo en persona es cuando se refleja todo su potencial. Es ahí cuando de verdad se te escapa ese «wow» que también la define, pero que tantas cosas al azar parece que deja. Y es que la mejor manera de explicaros que hemos sentido y testado en nuestras sesiones con el monitor es decir que es sorprendente. Muy sorprendente. Algo que en realidad no tendría que ser así si tenemos en cuenta que sus propias especificaciones ya nos lo están avisando.
Al disponer de un brillo máximo de 1.000 bits con una cobertura de imagen del 100% en sRGB y del 98.5% en DCI-P3, pues… Uno ya sabe que se encuentra ante algo de gran calidad. Algo que gana todavía más impacto y refuerza más esa sensación de ultracalidad al sumar a la ecuación la tecnología OLED, la cual permite que los negros brillen por su ‘definición’ y los colores y los brillos destaquen todavía más.
NVIDIA y AMD se suman a la fiesta
Con todo esto, y después de haberlo comprobado en primera persona, podemos decir —sin miedo a equivocarnos— que el Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED es uno de los mejores monitores gaming del mercado. Bueno, y en general, porque como herramienta de trabajo también destaca por su ergonomía y disposición. Sea como fuere, queremos seguir hablando del primer punto sumando a la valoración películas en 4K. Responden de manera absolutamente brillante.
Esto es algo que consigue gracias, por supuesto, a sus 240 Hz de frecuencia, los cuales les dan la tasa de refresco suficiente como para responder ante cualquier existencia. Si a eso le sumamos que tiene compatibilidad con las tecnologías de AMD y NVIDIA, pues apaga y vámonos. Les saca un partido casi absoluto, generando una sensación de inmersión impresionante en donde hemos sentido que cualquier experiencia audiovisual nos absorbía por completo.
Además, hemos podido comprobar que a nivel competitivo es una gozada. Si bien es cierto que no podemos hablar desde la perspectiva de un profesional, sí que somos bastante exigentes. Por eso hemos valorado tan positivamente su baja latencia y su enorme capacidad de respuesta. Es decir, que el delay es mínimo. Todo pasa cuanto tiene que pasar. Es en tiempo real. Esto, eso sí, solo se nota al compararlo directamente con otros monitores o presenciar el cambio, pues algo que no se aprecia de normal y a simple vista. Es complejo de entender, pero sigue siendo algo muy significativo.
Conectividad y conexiones
Posiblemente, el punto que menos nos ha gustado del Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED se encuentra en una de sus conexiones, pero porque no es algo a lo que estemos acostumbrados. Si lo pensamos con fría lógica, es normal que sea así, pero sigue siendo algo ‘extraño’ que un monitor se presente con un enchufe inglés. Es decir, de entrada tiple. Si no dispones de este tipo de conexión, necesitarás un adaptador, pero al final eso es lo de menos.
A fin de cuentas, el monitor sí que destaca por sus conexiones. Para empezar, el perfil delantero nos ofrece dos puertos USB, un jack para nuestros auriculares y el ya habitual botón de input y encendido/apagado. A este debemos sumarle un joystick. Sí, un joystick. Este se encuentra en uno de los extremos y nos permite navegar muy cómodamente por la interfaz OSD. Es, sin más, un puntazo que nos ha pillado muy por sorpresa, pero que nos ha dejado con un sabor de boca muy grato.
Ahora bien, la mayoría de conectores se encuentran en la parte trasera del panel que hace las veces de soporte junto con el elegante pie que da fin a la construcción de este no solo interesante, sino también bonito producto. Volviendo al tema, en esta parte de atrás encontraremos un DisplayPort 1.4, dos puertos USB C y un puerto USB A, dos entradas HDMI, además de la conexión de corriente.
En general, es un elenco muy interesante que, desde nuestra parte, nos ha dejado satisfechos, pero que no lo distingue tanto como monitor de gama ultraalta si lo comparamos con los puertos que podemos encontrar en otros monitores de menor precio y envergadura. Este es el apartado en el que menos destaca el monitor, puesto que por lo demás es un auténtico monstruo… En el buen sentido, claro.
Review del Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED: esta es nuestra opinión final
Vamos a ser muy directos: el Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED vale los 2.400 (2.100 ahora que está de oferta) euros que cuesta. Tanto por la calidad de imagen que ofrece como por sus prestaciones, es uno de los mejores —si no el mejor— monitor gaming OLED del mercado. Pocas opciones más interesantes, potentes e interesantes vamos a encontrar en el mercado, aunque claro, su precio no está al alcance de todo el mundo.
Su pantalla flexible es una verdadera locura y es mucho más útil, práctica e interesante de lo que cabría esperar, pues le da un toque ergonómico muy llamativo y ofrece un efecto de inmersión tremenda cuando estamos jugando. Su polivalencia también es una gran virtud que no podemos minusvalorar. Menos todavía cuando la calidad, el brillo, la paleta de colores, los negros, etc. son tan buenos y tan puros.
Bien adaptada a las nuevas tecnologías, con compatibilidad directa con los sistemas más punteros de AMD y NVDIA, las dos fabricantes más relevantes del panorama, ofrece todo lo que le podríamos pedir a una pantalla de tales prestaciones. Dejando a un lado que podríamos pedirle un poquitito más a sus conectores y que el enchufe inglés fue un imprevisto, es un monitor que solo deja buenas sensaciones.
Volver a una pantalla más normal después de pasar por la Corsair Xeneon Flex 45WQHD240 OLED se antoja como imposible, pues no se nos ocurren muchas formas de alcanzar el grado de eficiencia que la fabricante ha logrado con el que podría ser su producto estrella no solo durante la actualidad, sino durante los años venideros. Y es que sus especificaciones hacen que sea una inversión también pensando en el futuro, pues nos cuesta imaginar un tiempo en el que se quede corta.