Actualizado a: 20 de septiembre de 2023
Era de esperar que durante el Intel’s Innovation 2023, la gigante tecnológica nos desvelerana adelantos de lo que podremos encontrar en futuros chips para jugadores. Esta vez, se ha sacado un as de la manga que podría cambiar el panorama del gaming para siempre.
Se trata de la futura incorporación de caché 3D apilada en sus procesadores, una característica que, aunque no estará presente en la próxima arquitectura Meteor Lake, sí formará parte de futuros lanzamientos. La confirmación vino directamente del CEO de Intel, Pat Gelsinger, durante una sesión de preguntas y respuestas con los medios. «Estamos trabajando en la idea de silicio 3D, donde tendremos caché en un dado y la CPU en el dado apilado encima de él», afirmó Gelsinger, según recoge Tom’s Hardware, presente en el evento.
La noticia ha generado un gran revuelo en la comunidad gamer, y no es para menos. Los procesadores AMD X3D, que ya cuentan con grandes cantidades de caché de nivel 3, han demostrado ser altamente eficientes para videojuegos. «Los juegos tienden a preferir caché de baja latencia y cercana a los núcleos. Con más caché en el paquete, la CPU no tiene que acceder tan frecuentemente a la memoria del sistema, lo que ayuda a mejorar el rendimiento».
Pero Intel no se queda atrás. La compañía ya ha mostrado su potencial en el mundo del gaming con sus CPUs Raptor Lake. La pregunta que surge ahora es: ¿qué impacto tendrán grandes cantidades de caché en el rendimiento de los futuros procesadores de Intel? Es una interrogante que pone en el punto de mira la competencia con AMD, especialmente con sus futuras familias Zen 5 o Zen 6, que también incorporarán modelos con V-cache.
La caché 3D apilada no solo es una promesa para el futuro, sino que también es un reflejo del compromiso de Intel con la innovación. La empresa se enorgullece de su tecnología Foveros y métodos avanzados de empaquetado, elementos que sin duda jugarán un papel clave en el desarrollo de esta nueva generación de chips.
Con este anuncio, Intel no solo se posiciona como un fuerte competidor en el ámbito del gaming, sino que también establece un nuevo estándar para el rendimiento y la eficiencia en el mundo de los procesadores. El futuro del gaming parece más emocionante que nunca, y todo apunta a que Intel será uno de los grandes protagonistas de esta nueva era.