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FreeSync vs G-Sync: cuál es mejor

Actualizado a: 19 de enero de 2024

Los monitores han tenido algunos problemas de desgarros de la imagen, y problemas de fluidez, etc. Y no solo eso, la frecuencia de refresco se ha visto limitada por la tasa de FPS que podía generar la GPU, ya que una mala sincronización entre ambos podía generar otros problemas de imagen.

Sin embargo, actualmente han surgido tecnologías que pueden solucionar estos inconvenientes y ayudar a que los monitores puedan seguir escalando en frecuencia de refresco sin que ello suponga un problema, aunque no coincida con la tasa de FPS de la GPU. Y todo ello gracias a tecnologías como AMD FreeSync y NVIDIA G-Sync.

Pero… ¿cuál de estas tecnologías es la mejor? Vamos a verlo en este artículo de FreeSync vs G-Sync:

¿Qué es AMD FreeSync?

amd freesync

AMD FreeSync es la tecnología de frecuencia de actualización variable que ofrece esta compañía para aquellos monitores que tengan soporte para ella y para las GPUs Radeon. Apareció por primera vez en 2014 para ayudar a reducir el desgarro de la pantalla que ocurriría cuando la frecuencia de actualización del monitor no estaba sincronizada con la tasa de FPS de salida de la GPU.

Como sabes, la frecuencia de refresco de un monitor se mide en hercios (Hz) y permite saber cuántas veces se actualiza la pantalla por segundo. Un monitor con 90 Hz quiere decir que se actualizará 90 veces en un solo segundo. Por otro lado tenemos la GPU, que también tiene su frecuencia de salida medida en FPS (Frames Per Second), es decir, en cuadros por segundo.

Si la frecuencia de la pantalla es de 90 Hz y la tasa de la GPU de 90 FPS, es cuando funcionarán de forma sincronizada sin desgarros. En cambio, cuando alguna de estas dos cifras está desalineada, entonces vienen esos problemas de desgarro tan molestos. Para que esto no ocurra, sin importar la tasa que alcanza la pantalla y la GPU, se creó FreeSync, que permite que la frecuencia de actualización sea variable y que sea controlada por la GPU para que ambas vayan sincronizadas en todo momento.

Obviamente la frecuencia de refresco del monitor será el límite máximo. Por ejemplo, un monitor que llegue a los 90 Hz no podrá pasar de ahí, pese a que la GPU pudiera obtener más de 90 FPS en cualquier resolución.

Para usar FreeSync, primero necesitarás una tarjeta gráfica AMD Radeon que sea compatible, como las nuevas generaciones de ésta. O también puede servir una APU con la GPU integrada. Y, por otro lado, también necesitarás una pantalla o monitor que también soporte la sincronización adaptativa. Cada panel pasará una serie de pruebas para obtener una certificación de que es compatible.

Una vez tienes el monitor y la GPU compatibles con FreeSync, también deberás usar un cable que permita esta tecnología. Y eso pasa por usar una interfaz DisplayPort 1.2a o una HDMI 2.1. De lo contrario, no serviría de nada.

FreeSync Premium Pro

Existe una mejora de la FreeSync de entrada, y que se denomina FreeSync Premium Pro, consiguiendo mejores resultados. Es la respuesta de AMD a la revisión de G-Sync que NVIDIA denominó G-Sync Ultimate.

¿Qué es G-Sync?

V-Sync fue la primera tecnología de sincronización adaptativa en llegar al mercado de monitores, ayudando a la GPU a que no genere desgarros en la imagen. NVIDIA por su parte diseñó G-Sync para usarse con V-Sync, sin embargo, pronto evolucionó para funcionar por separado.

Al igual que hace la tecnología de AMD, G-Sync actualiza la pantalla exactamente cuando el cuadro o frame está terminado y puede ser emitido por la GPU. Por tanto, en este caso, la frecuencia de actualización de la pantalla coincidirá con la tasa máxima de FPS que pueda desarrollar la GPU en una determinada resolución. El resultado será una mejor experiencia sin desgarros.

Por supuesto, al igual que ocurre con FreeSync, por mucho que la GPU pueda enviar más FPS que la máxima frecuencia del monitor, no podrá pasar de ese límite si esta tecnología está activa. Y viceversa, aunque el monitor admita mayor frecuencia de refresco que la tasa de FPS aportada por la GPU, tampoco se irá más allá para garantizar la fluidez.

Además, hay que destacar que G-Sync también aporta un retraso de entrada muy bajo, desenfoque de movimiento ultra bajo (ULMB) y calibración de color.

En cuanto a lo que necesitas para hacer funcionar a esta tecnología, pues igual que ocurre con la de AMD, necesitarás un monitor con soporte G-Sync y una GPU NVIDIA GeForce que también tolere esta tecnología. Sin embargo, en el caso de G-Sync, la efectividad no será ligeramente diferente entre modelos de monitores, como ocurre con FreeSync, sino que será la misma para todos.

Nota: tanto si usas AMD FreeSync como NVIDIA G-Sync, deberás asegurate de que tienes instalados los drivers o controladores de tu tarjeta gráfica en su versión más reciente. De este modo consigues que todo funcione bien. Puede ocurrir que con una versión desactualizada se produzca algún problema.

G-Sync Ultimate

G-Sync Ultimate es la nueva variante de G-Sync de NVIDIA. Esta tecnología mejorada agrega soporte HDR. Además de esto, G-Sync Ultimate también permite el uso de resoluciones 4K, al menos 1000 cd/m2 de brillo, 384 zonas de retroiluminación dinámica, compatibilidad con la gama de colores DCI-P3 y latencia ultrabaja.

Conclusiones

Aunque G-Sync y FreeSync son lo mismo, aunque con diferente implementación por parte de cada una de estas compañías. Estas tecnologías lo que hacen es sencillamente sincronizar el monitor con la salida de la GPU para evitar esos desgarros tan desagradables que suceden en algunos vídeos o juegos. Es decir, en vez de tener una frecuencia de actualización fija, como ocurría anteriormente, ahora tienen una frecuencia dinámica. Sin embargo, existen diferencias entre ambas tecnologías que deberías conocer:

  • No es necesario que el monitor tenga HDR para FreeSync. Mientras que G-Sync lo necesita para funcionar.
  • FreeSync es un estándar abierto, lo que facilita que cualquier empresa de monitores pueda integrarlo fácilmente en sus productos. Mientras que G-Sync es una tecnología propietaria de NVIDIA y cerrada, por lo que ninguna marca podrá usarlo sin el permiso de NVIDIA.
  • La frecuencia de actualización máxima compatible de FreeSync Premium Pro es de 120 Hz o superior, y con G-Sync Ultimate de 144 Hz o superior. En cuanto a la frecuencia mínima es de 60 Hz para FreeSync y de solo 30 Hz para G-Sync.
  • Los monitores FreeSync no requieren componentes de hardware patentados. G-Sync sí que necesita hardware patentado para soportar esta tecnología.
  • Mientras FreeSync puede funcionar también en una APU con GPU integrada, G-Sync no puede funcionar con una iGPU.

Aunque no hay diferencia visual entre FreeSync y G-Sync, la tecnología G-Sync es superior técnicamente. Y esto se debe a que NVIDIA ha incorporado algunas funciones adicionales, y no solo se encarga de la sincronización adaptativa. Sin embargo, FreeSync es mucho más económica tanto en la gama de monitores como en las tarjetas gráficas.

Jaime Herrera

Jaime Herrera

Ingeniero Informático apasionado por el hardware y la tecnología. Llevo más de diez años dedicándome al análisis de componentes como procesadores, tarjetas gráficas y sistemas de almacenamiento. Mi objetivo es ofrecer información clara y precisa, combinando mi experiencia técnica con un enfoque práctico para ayudar a los lectores a entender mejor el mundo del hardware.

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