Actualizado a: 22 de enero de 2025
Hay dos tipos de personas: los que recuerdan el Snake con cariño y los que directamente lo jugaban tanto que podrían haberle dado un título universitario a su serpiente. Yo estoy en el segundo grupo. Snake no era solo un juego; era el juego. Si nunca lo jugaste en un Nokia, es porque probablemente eras demasiado joven o vivías bajo una roca tecnológica (lo siento, pero alguien tenía que decirlo).
Ahora, para los nostálgicos y los que nunca tuvieron un Nokia, hay buenas noticias: el Snake está de vuelta gracias a Google. Sí, puedes jugar al Snake directamente desde tu navegador. ¿Lo mejor? Sigue siendo igual de adictivo, pero con algunos giros modernos.
Snake: ¿cómo algo tan simple puede ser tan perfecto?
Déjame pintarte el cuadro: una serpiente de píxeles se desliza por la pantalla. Hay un pequeño cuadrado (una «manzana», según el lore oficial) que debes comer para hacer crecer tu serpiente. Pero cuidado, porque cada vez que te alimentas, también haces más difícil no chocarte contigo mismo. Es como intentar guardar un cable muy largo en un cajón pequeño: empieza fácil y termina siendo un caos.
Lo divertido del Snake es que no tiene pretensiones. No te pide que guardes al universo, rescates princesas o montes un imperio. Solo te dice: “Come manzanas, pero no te mates”. Y, ¿sabes qué? Es glorioso.
Mi reencuentro con Snake
Voy a ser honesto: cuando me enteré de que podía jugar al Snake en el navegador, pensé que sería un capricho de cinco minutos. Como cuando dices: “Voy a ver un vídeo de gatos en YouTube” y terminas viendo 12 compilaciones de “gatos épicos cayéndose”. Pues eso, que me equivoqué.
La primera partida fue como un desastre anunciado. La serpiente empezó pequeña, inofensiva, como si dijera: “Tranquilo, no hay prisa”. Pero después de unas cuantas manzanas, empezó el estrés. No recordaba lo rápido que podía ir esta cosa. Al final, choqué conmigo mismo de la forma más tonta posible. Lo peor no fue perder, sino que me escucharan gritarle a mi pantalla: “¡Pero si no me moví hacia ahí!”.
En ese momento, supe que estaba enganchado otra vez. Me hice el típico “una más y ya” (mentira). Horas después, me di cuenta de que había cancelado tres reuniones y mi productividad había caído en picado. Pero oye, ¡mi récord había subido!
Lo nuevo de Google Snake
Aunque la esencia del juego sigue siendo la misma, Google le ha añadido un par de detalles interesantes para mantenerlo fresco. Ahora hay niveles con obstáculos, frutas especiales que te dan puntos extra y hasta opciones de personalización. Porque, claro, ¿quién no quiere que su serpiente tenga un look más guay?
Si quieres explorar estas novedades, te recomiendo pasarte por snake.es. Ahí puedes encontrar desde trucos hasta modos de juego que te harán replantearte si realmente eres tan bueno como recuerdas. Spoiler: probablemente no lo seas, pero te divertirás igual.
Consejos para sobrevivir al caos serpentino
Si eres nuevo o simplemente llevas tanto tiempo sin jugar que te sientes oxidado, aquí van algunos consejos:
- Empieza con calma: No te emociones demasiado al principio. La serpiente crece rápido y tú no eres tan ágil como crees.
- No subestimes los bordes: Los bordes son traicioneros. Evítalos a toda costa o terminarás estampado antes de lo esperado.
- Planifica tus movimientos: Parece obvio, pero a veces vas tan concentrado en la manzana que te olvidas de cómo volver atrás. Spoiler: no puedes.
- No te frustres: Snake tiene ese encanto de hacerte sentir increíble y un desastre al mismo tiempo. Abrázalo.
¿Por qué deberías jugar al Snake hoy?
A ver, no todo en la vida tiene que ser útil o trascendental. Jugar al Snake es como comer palomitas en el cine: no es necesario, pero hace que todo sea mejor. Además, está científicamente demostrado (por mí mismo) que perder cinco minutos en el Snake es excelente para la salud mental.
Es un recordatorio de que los juegos no tienen que ser complicados para ser divertidos. Solo necesitas un navegador, un poco de tiempo y esa pizca de competitividad que te hace gritarle a la pantalla: “¡Esta vez sí llego a 100 puntos!”.
Así que, ¿qué estás esperando? Tu serpiente y tus reflejos te lo agradecerán (aunque quizá tu jefe no tanto).