Actualizado a: 22 de enero de 2024La competencia entre los discos duros de estado sólido o SSD y los discos duros convencionales o magnéticos (HDD) ha llevado a que Seagate presentase el primer disco duro híbrido o SSHD, es decir, un disco duro que une las ventajas de ambos en un solo dispositivo, consiguiendo altas capacidades a buen precio y con latencias más bajas.
Si estás pensando en adquirir un nuevo disco duro y quieres saber si estos discos duros merecen la pena, te animo a seguir leyendo este artículo donde te daremos las claves que necesitas saber y te ayudaremos a elegir algunos buenos SSHD.
¿Qué es un SSHD?
Bien, aparentemente es como un HDD, es decir, un disco duro magnético normal, con capacidades bastante altas y precios asequibles en comparación a los SSD. Pero los SSHD (Solid State Hybrid Drive) consiguen velocidades mayores gracias a que incluyen una memoria NAND flash de alta capacidad en vez de un buffer como el resto de los HDDs.
Esa memoria flash actúa igual que un SSD, es decir, un segundo disco duro que puede cargar en él ciertos datos de la parte HDD y así permitiendo que se acceda a ellos más rápidamente que si se tuviesen que acceder desde el disco duro magnético.
Pero, a pesar de ser realmente dos discos duros, uno de tipo SSD de capacidad reducida y un HDD de mayor capacidad, el sistema operativo lo verá como un solo disco duro, ya que el controlador del propio SSHD se encarga de que no parezcan dos discos.
Al ser una capacidad de memoria flash reducida, esto limitará la cantidad de software que se puede alojar en ella, si lo comparas con un SSD puro con mayores capacidades. Además, ten en cuenta que el controlador del SSHD será el encargado de decidir qué se copia en la unidad de estado sólido y qué permanece en la magnética.
Y eso lo decide en el momento dependiendo del uso que le estemos dando, pero requiere un periodo de tiempo para su aprendizaje. Además, debes esperar mejoras considerables frente a un HDD, pero no esperes prestaciones exactas a las de un SSD.
Recuerda que los discos duros híbridos son mayormente de la marca Seagate, y como hemos comentado en otras guías, son los discos duros con menor fiabilidad. También se han ido incorporando a este mercado otros como WD, Toshiba, etc., por lo que si quieres un dispositivo más confiable, quizás debas optar por estas marcas.
Puedes leer nuestra guía de discos duros donde ya hablamos sobre los temas de fiabilidad y la tasa de fallos de las diferentes marcas, llegando a la conclusión de que Seagate ha mermado mucho últimamente o ha descuidado esta capacidad, y eso se ha trasladado a la parte magnética de sus Firecuda. Mientras que Toshiba y HGST son los reyes en cuanto a fiabilidad, seguidos por Western Digital.
Cuidado también con la fiabilidad de la parte SSD, que dependiendo de quién haya fabricado esa memoria flash podremos tener más o menos fiabilidad como explicamos en la guía de discos duros. Quizás para ciertas personas, especialmente las que destinan sus equipos a jugar o ejecutar software, no sea tan importante, pero los que quieren guardar sus archivos seguros, sí que es vital.
¿Merece la pena?
La respuesta es depende de lo que necesites, como suele ocurrir en la mayoría de las veces que debemos elegir entre distintas opciones. Pero para guiarte en la elección y que puedas decidir si realmente te interesa o no, voy a dar una serie de ítems o casos en los que te interesaría comprar un SSHD.
Ya tengo un SSD y quiero aumentar la capacidad:
Si ya cuentas con un SSD o piensas comprar uno para ejecutar desde él el sistema operativo y demás programas, y quieres aumentar la capacidad de tu sistema con un segundo disco duro, yo no te recomendaría comprar un SSHD.
Tengo un HDD y me gustaría mejorar el rendimiento
En el caso de que tengas un HDD y quieras mejorar el rendimiento, te animaría a mantener ese HDD para datos y agregar un SSD al sistema para conseguir mejores prestaciones. Es decir, tampoco te animaría a comprar un SSHD.
Solo puedo usar un disco duro en mi equipo
En el caso de que tengas un equipo portátil con solo un espacio para tener un único disco duro, o disponemos de un sobremesa en el que tenemos todas las bahías de nuestra torre ocupadas y solo disponemos de una libre, en ese caso deberemos pensar más nuestra elección y acertar en ella, puesto que nuestro margen es menor para actuar en el futuro en caso de haber errado.
Por eso, si estás en este caso, te vamos a poner otras dos nuevas situaciones derivadas de esto para que puedas elegir según tu caso particular:
A) Necesito gran capacidad de almacenamiento
Si no tienes espacio para alojar un segundo disco duro y por tu trabajo o exigencias necesitas gran capacidad para almacenar muchos datos, como por ejemplo, vas a descargar mucho contenido multimedia, trabajas con bases de datos grandes, etc., en ese caso la opción de un SSHD sí que sería válida.
Un nuevo HDD no te va a aportar beneficios notables aunque tenga tiempos de acceso algo más bajos o disponga de un mayor buffer. Y por otro lado, un SSD tiene capacidades bastante limitadas, por lo que se te quedará pequeño pronto y no es una buena opción de futuro.
Lo mejor en este caso es elegir un SSHD.
B) No necesito gran capacidad y/o tengo un disco duro externo
Si solo tienes una bahía para instalar un único disco duro, pero no tienes grandes exigencias en cuanto a capacidad o dispones de un disco duro externo donde almacenas tus datos y no cargas demasiado tu disco duro principal, en este caso es mejor adquirir un SSD directamente por la mejora de rendimiento que obtendrás.