Actualizado a: 18 de enero de 2024
¿Cómo elegir un NAS y tener tu propia nube en casa sin depender de servicios de terceros? Es una pregunta que muchos de los que usamos los servicios de almacenamiento en la nube a través de Internet, como Google Drive, Dropbox, Mega, etc, nos hemos hecho en algún momento. Gracias a un NAS podemos disponer de estos servicios haciendo una sola inversión, sin cuotas ni planes.
Cómo elegir el mejor NAS para casa
Lo primero que tenemos que preguntarnos es: ¿para qué voy a usar el NAS y cuánto espacio necesito?. Se supone que para tener tu propia nube en casa, pero también puedes querer un centro de reproducción multimedia, un servidor, o realizar copias de seguridad. Todo esto hay que preguntárselo, para determinar el espacio necesario y si se pueden hacer actualizaciones de hardware o software al NAS.
En este dispositivo podemos guardar cualquier tipo de archivo (documentos, videos, fotos, etc.), a los cuáles podremos tener acceso a través de un PC, Tablet o teléfono inteligente que se encuentre dentro de la red.
¿Qué potencia y rendimiento necesito?
El NAS es más que una caja con varios discos duros, es en realidad un ordenador, por lo que cuenta con un CPU, memoria RAM y las unidades de almacenamiento. Así mismo, cuenta con un sistema operativo, cuenta con un kernel, servicios y procesos en ejecución.
Las especificaciones de rendimiento de los dispositivos NAS son tan importantes como las de un ordenador personal a la hora de elegir. El NAS tiene una CPU, RAM, velocidades de puerto Ethernet específicas y especificaciones de unidad máximas que deberás tener en cuenta. Por ejemplo, si necesitas un NAS para transferir vídeos 4K o editar archivos directamente a través de la red, necesitarás una buena potencia a nivel de hardware.
Este es el motivo por el que te recomendamos que elijas un servidor NAS con suficiente RAM y procesador, porque puedes llevarte la desagradable sorpresa de querer visualizar contenido en alta resolución y que el sistema simplemente no sea capaz de soportarlo.
Como regla general, cuanta más memoria RAM tenga el NAS, más rápido funcionará para muchas tareas simultáneas.
Si solo necesitas el NAS para almacenar datos y hacer copias de seguridad simples, la potencia de procesamiento no es una consideración importante. Sin embargo, si buscas que el NAS ejecute aplicaciones, entonces deberás ir como mínimo a modelos de gama media.
Lo más recomendable es que la configuración de tu NAS cuente con al menos lo siguiente:
- Procesador de 4 núcleos con una velocidad de 2 GHz o superior.
- Al menos dos puertos USB 3.0 o superior.
- 2 GB de memoria RAM DDR4.
- Al menos dos bahías para discos duros mecánicos.
- Ideal pero no obligatorio, tener al menos una ranura M.2 para unidades de almacenamiento compatibles con este formato. El precio de estos dispositivos ha bajado bastante y añadirlo puede suponer una mejora muy grande sobre todo en las tasas de lectura de datos.
Sistema operativo fácil de usar y con diversas funciones
Cada fabricante cuenta con su propio sistema operativo, por lo que puedes encontrar unos muy sencillos como la interfaz de Windows, o bien unos un poco menos interactivos. Lo cierto es que cada sistema operativo tiene su propia interfaz, aplicaciones compatibles y plataforma. Esto quiere decir que hay que investigarlos desde la web del fabricante, y así saber cuál conviene adquirir.
Este aspecto no solo radica en lo sencillo que puede ser copiar los archivos en el NAS, sino lo que podrás hacer con ellos después. Es decir, que podamos gestionar permisos, cuentas, ficheros, configurar VPN, etc.
Entre las funcionalidades de un servidor NAS destacan la posibilidad de usarlo como servidor FTP, servidor de impresoras, como disco duro para hacer backups, como servidor para una web, como servidor multimedia o como servidor de contenidos en streaming para la aplicación Plex entre otros. Las posibilidades dependen de lo que ofrezcan los fabricantes, por eso debes muy atento a las especificaciones.
No podemos olvidar que, a diferencia de los discos duros por USB, que claramente tienen muchas menos funcionalidades que los servidores NAS, estos dispositivos reciben actualizaciones de firmware regulares. El firmware actualiza en núcleo del sistema operativo, añadiendo no sólo mejores en seguridad y contra vulnerabilidades, sino también añadiendo nuevas funciones. En este caso, invertir algo más de dinero en un buen servidor NAS puede traernos gratas sorpresas a la larga.
Discos duros para NAS: capacidades y compatibilidad
Este es otro rasgo importante a tener en cuenta, la cantidad de espacio que debe tener tu nube. Pero no debes pensar en la actualidad, sino lo que necesitarás a mediano y largo plazo.
Cada NAS tiene un límite máximo en almacenamiento configurable, puede ser 8 TB, 16 TB, 32 TB o incluso más. La instalación se hace directamente sobre las bahías, por lo que mientras más bahías tenga el servidor NAS, mayor será su capacidad.
Entre los distintos modelos que existen en el mercado, puedes conseguir NAS desde 2 hasta 12 bahías, y cada bahía tiene un tamaño máximo de disco. En otras palabras, si un servidor NAS cuenta con 4 bahías que admiten 1 TB cada una, la capacidad máxima del NAS es de 4 TB.
Generalmente un NAS viene sin unidades de almacenamiento, desde un punto de vista esto es positivo y desde otro punto de vista no. Esto significa que el presupuesto debe seguir subiendo al tener que comprar discos por separado, pero puedes comprar los que quieras. Además, podrás elegir cuales comprar teniendo en cuenta capacidad, tipo y velocidad de lectura/escritura.
Es compatible con discos duros convencionales de PC, pero es mejor comprar los que son fabricados para este tipo de dispositivos. Esto se debe a que tienen un mejor rendimiento y serán más duraderos, recordemos que siempre estará encendido.
La inversión en un servidor NAS debe ir acompañada de una inversión en un disco duro para NAS que vaya a estar a la altura. Dicho de otra manera, de nada va a servirte comprar el mejor NAS del mercado para, acto seguido, añadir un disco duro mediocre. No hablamos de la capacidad, sino de las tasas de transmisión de datos, lectora y escritura.
Si apuestas por un disco duro HDD, conocido también como disco duro mecánico, debes mirar si rota a 5400RPM o 7200RPM (a mayor velocidad de rotación, mejores tasas de lectura y escritura). Otra recomendación es elegir modelos que ya están destinados para NAS, ya que tienen una vida útil mayor y están preparados para aguantar 24/7. Si, por el contrario, apuestas por una unidad de almacenamiento SSD (que no suele ser lo más común por su precio), debes mirar la vida útil de la misma.
También es posible encontrar unidades SSD para NAS, especialmente si cuenta con ranuras M.2. Esta opción es perfecta si necesitas buen desempeño como para un centro de entretenimiento, pero también es mucho más costosa.
Conectividad y conexiones del NAS
Tu servidor NAS debe estar conectado a tu red local, y es posible que también quieras acceder desde otra ubicación. Esto quiere decir que no solo necesitas una conexión que ininterrumpida, sino que también sea veloz. Entonces lo mejor es que tu NAS pueda alcanzar velocidades de red de al menos 1 Gbps, aunque deberías optar como mínimo por 2.5Gbps o incluso 10 Gbps.
La mayoría de los NAS tienen uno o dos puertos USB que puedes usar para conectar una impresora o unidades de almacenamiento externo, lo que te permite agregarlas a tu red a través del propio NAS.
Una vez que están conectados, al igual que todo lo demás en el NAS, se pueden compartir con todos los usuarios conectados. Un ejemplo: un NAS con un puerto USB 2.0 que generalmente se usa para compartir impresoras y un puerto USB 3.0 que se puede usar para almacenamiento externo.
Además, muchos NAS te permiten enviar enlaces web a las personas para permitirles acceder de forma remota a ciertos archivos o carpetas ubicados en el NAS. Por lo tanto, puede funcionar como tu propio Dropbox privado o Google Drive, pero con mucha más capacidad de almacenamiento y sin una suscripción mensual.
RAID
Un RAID (Redundant Array of Independent Disks o Matriz redundante de discos independientes) es como ver una sola unidad de almacenamiento, pero compuesta de varias unidades. Esto provoca que los datos estén en varias unidades y se tenga un mejor rendimiento.
Podemos encontrar distintas configuraciones RAID que tienen sus diferencias en cuanto a rendimiento y seguridad. Las más importantes son:
RAID 0
Esta configuración prioriza la velocidad de lectura y escritura. Para habilitarla es necesario contar al menos con dos discos duros, los cuales pueden tener distintas capacidades. Ten en cuenta que la referencia usada será el disco de menor capacidad y que en caso de que un disco se dañe puedes perder toda la información.
RAID 1
En esta configuración se logra conseguir redundancia en los datos. Es necesario contar al menos con dos unidades, y los datos son copiados igualmente en cada uno de los discos. Esto es beneficioso en el sentido de que si un disco se daña, no perderás la información.
También ten en cuenta que la matriz tomará como tamaño la del disco más pequeño. Otra ventaja es que cada disco puede manejar información simultáneamente, por lo que las velocidades de lectura y escritura serán mejores.
RAID 5
Para esta configuración se necesitan 3 unidades de almacenamiento. Su funcionamiento es más complejo, pero podría explicarse como una mezcla de las dos anteriores. Específicamente lo que hace es distribuir los datos entre dos discos, y el tercero es usado como una copa de seguridad.
RAID 6
Esta es una variante del RAID 5, pero los datos son duplicados en dos unidades.
RAID 0+1
Para esta configuración se necesitan al menos 4 unidades de almacenamiento, creando así dos matrices de RAID 0. Luego, con las dos matrices RAID 0 configuras una matriz RAID 1, en resumen, obtienes una mejor velocidad y una copia de seguridad.
RAID 1+0
Esta configuración es la inversa al RAID 1+0, por lo que creas dos matrices RAID 1 y con ambas creas una RAID 0.
RAID 5+0
Esta configuración es la más compleja, necesitando como mínimo 9 unidades de almacenamiento. Con esto crearás 3 matrices RAID 5, y cada una de ellas se conectará entre sí para formar un RAID 0.
Ventajas de un NAS frente un disco duro externo
Hay grandes diferencias entre una unidad de almacenamiento por USB y un servidor NAS, pese a que ambos son sistemas de:
Acceso inalámbrico y configuración
Pese a que existen discos duros vía WiFi o que algunos routers del mercado permiten conectar discos duros vía USB y convertirlos en servidores FTP, un servidor NAS es mucho más versátil porque es un pequeño ordenador en sí, que permite compartir contenidos entre el NAS y cualquier ordenador conectado. Así mismo, un NAS puede tener diferentes funcionalidades, mientras que el USB conectado a un router sólo puede tener la de servidor FTP.
Puede funcionar como nube
En un momento en que todo va a ‘la nube’, pensar en tener un servicio de nube personalizado tanto para ti como si lo necesitas para una empresa, un servidor NAS puede funcionar sin problemas como ‘nube’. Esto te permite acceder o enviar archivos desde cualquier lugar en donde tengas conexión a internet.
Streaming
Como veremos, hay servidores NAS que pueden ofrecer la capacidad de ver contenidos online a través del streaming. Algunos televisores con la aplicación Plex permiten visualizar fotos, películas o música que esté contenida en un servidor de este tipo
Backups automáticos
Si bien esta es una funcionalidad muy extendida, hay servidores NAS que permiten realizar copias de seguridad de todo aquello contenido en nuestros ordenadores. Este proceso se hace en segundo plano, sin que debas tener un puerto ocupado, eso sí: ten en cuenta que la primera copia de seguridad requerirá mucho tiempo.
Mejores marcas de servidores NAS
Como ante cualquier otro dispositivo, el fabricante es algo muy importante por muchos motivos. Si apuestas por un fabricante desconocido, es posible que tengas algún que otro disgusto en forma de falta de actualizaciones, lentitud o problemas con la garantía.
Dada la naturaleza de los servidores NAS, lo mejor es ir a por valores seguros y marcas de confianza. Esto te va a abrir las puertas a actualizaciones regulares, mayor número de tutoriales y usuarios online y, por supuesto, mejores garantías de estar apostando por un buen NAS. Aquí os dejamos un artículo en el que ya explicamos cuáles son los modelos que más recomendamos.
Caso práctico utilizando un NAS QNAP
En la web puedes encontrar varios artículos relacionados que ya hemos ido publicando, como la guía para montar tu alternativa propia a Google Fotos o para montar tu propio servicio de streaming privado en casa. Para ello hemos querido mostrar diferentes opciones, en primer lugar las propias de la marca y más sencillas de utilizar, pero también opciones más avanzadas y completas.
QFile Pro
QFile Pro es la aplicación de QNAP para gestionar archivos desde dispositivos móviles, y está disponible para Android e iOS. Sin duda es una de las funciones más interesantes ya que nos permite cargar automáticamente ficheros y sincronizarlos con los de los dispositivos que tengamos conectados al NAS.
Conectar un dispositivo es relativamente sencillo, basta con estar conectado a través de la misma red o usando myQNAPcloud Link.
Una vez conectado podremos acceder a los ficheros tanto locales como del NAS y otros dispositivos y almacenamientos que tengamos sincronizados o configurados. Hay que tener en cuenta que esta aplicación compatible con Chromecast o AirPlay para compartir todo tipo de ficheros multimedia.
También podemos configurar la carga automática de archivos, pero también directamente desde nuestra cámara podemos subir copia de las fotos y vídeos que hagamos con el móvil, tal y como haríamos con Google o Amazon fotos.
QSync
QSync es la aplicación para sincronizar archivos de QNAP que próximamente será integrada dentro de QFile Pro, y que tenemos disponible de forma gratuita en el App Center. Instalarla en Windows es bastante sencillo y nos permitirá visualizar y sincronizar los archivos. Además podremos elegir si queremos simplemente visualizarlos o si por el contrario queremos tenerlos descargados en ambas localizaciones.
Para conectarnos al NAS, deberemos estar físicamente conectados o bien a través de QNAP Cloud con el ID asignado.
Una vez estamos conectados al NAS, simplemente debemos configurar una carpeta para usar como almacenamiento en la nube y hacer lo mismo con nuestro ordenador.
Una vez configurado y conectadas las carpetas que queremos sincronizar, nos aparecerán los archivos como si de cualquier otro cliente de almacenamiento en la nube, donde podremos trabajar con ellos cómodamente.
Nextcloud, Owncloud y opciones de código abierto
Una de las opciones más útiles para usuarios avanzados que buscan sacar el máximo rendimiento, es usar un software Open Source como Nextcloud o Onwcloud. Estos tienen la ventaja de tener muchas más opciones de configuración y de ser independientes del hardware o del sistema operativo que se use en el NAS.
Dentro del App Center de QNAP tenemos Owncloud disponible para instalar. Si queremos usar Nextcloud deberemos hacerlo de forma manual, en este caso tienes disponible en su canal de Youtube un tutorial bastante completo:
Últimas consideraciones antes de comprar un NAS para tu hogar o pequeña oficina
Antes de terminar, ten en cuenta el consumo de energía de tu servidor NAS. Piensa que está diseñado para funcionar de forma continua, así que comprueba cuánta energía requiere tanto en funcionamiento normal como cuando las unidades están en modo de hibernación o bajo consumo de energía.
Hay muchas otras cosas a tener en cuenta, como la cantidad de ruido que hace el NAS y la temperatura de funcionamiento si lo ubicas en un espacio cálido. También ten en cuenta que los fabricantes no proporcionan siempre de forma real el nivel de rendimiento que ofrecen sus NAS.
Aunque realmente, saber la compatibilidad, el fácil manejo del sistema operativo y una buena capacidad de almacenamiento, es la base para montarte una nube en casa con uno de los mejores NAS para tu hogar.