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Tipos de discos duros actuales

Actualizado a: 18 de enero de 2024

Las computadoras han visto una gran progresión en cuanto a la velocidad y la capacidad de las memorias. Desde el uso de tarjetas perforadas, hasta los primeros intentos de implementar memorias magnéticas, pasando por los actuales discos duros de estado sólido y memorias flash eMMC.

Estas memorias secundarias han visto cómo se interponían otras memorias intermedias que pretendían acelerar la velocidad de procesamiento para satisfacer la demanda de datos e instrucciones de la CPU. Esas memorias también han ido cambiando a lo largo de la historia, con la inclusión de la RAM, de la caché, e incluso algunos intentos fallidos como la iRAM de Gigabyte.

Tipos de discos duros

DIscos durso ssd y hdd

Los discos duros han ido cambiando bastante, con la introducción de nuevas tecnologías que buscaban principalmente dos objetivos: mejorar la velocidad y la capacidad.

Según la memoria

Según el tipo de memoria empleada, se pueden encontrar discos duros de dos familias principalmente:

Magnéticos (HDD o Hard Drive Disk)

Los discos duros magnéticos son un tipo de disco duro que emplea platos con una superficie de un material magnético y un cabezal que irá desplazándose sobre el disco para ir leyendo o grabando los datos. Estos datos se almacenan empleando campos magnéticos (N/S) para representar unos y ceros.

Por supuesto, para que estos discos duros funcionen necesitan un motor que desplace el cabezal hasta la zona o sector donde se tiene que leer o escribir el dato, y también que haga girar los discos a altas velocidades (5400 RPM, 7200RPM, etc.).

Lo positivo de estos discos duros es que se puede aumentar la capacidad de una forma asequible. Por eso, si lo que buscas es grandes capacidades, son la mejor opción para ahorrar dinero. Aquí analizamos cuáles son los mejores HDD

En cambio, tienen algunas desventajas, como la posibilidad superior de fallo debido a que pueden fallar más cosas. También son más ruidosos, consumen más, y son más sensibles a golpes y caídas.

Estado sólido (SSD o Solid State Drive)

Desde hace unos años, han aparecido los discos duros de estado sólido. Como su propio nombre indica, no necesita de un motor ni partes móviles para funcionar. Esto los hace menos vulnerables a golpes o a posibles problemas, y los hace totalmente silenciosos.

Para almacenar los datos, se basan en chips de memoria no volátil. De esa forma, se pueden almacenar los bits en celdas de memoria flash. Es precisamente esta capacidad la que los hace mucho más rápidos en cuanto accesos. Por eso, las lecturas y escrituras son extremadamente más rápidas. Eso se notará al cargar software, en el arranque del sistema operativo, o en algunas otras tareas. Eso los hace ideales para los que buscan alto rendimiento.

No obstante, también tienen sus inconvenientes. Al ser una tecnología más nueva, la capacidad para escalar la capacidad es inferior a la de los HDD. Por eso, las capacidades de los que hay a la venta es más baja, así como más cara. Por tanto, si buscas altas capacidades, ésta no es tu mejor elección.

Dentro de los discos duros SSD han surgido algunas variantes:

  • Según su interfaz: dentro de los SSD se pueden encontrar diferentes interfaces de conexión, como son la SATA, que fue la que se empleó originalmente, aunque ahora han evolucionado hasta tecnologías de transferencia mucho más rápidas como la PCIe.
  • Según el tipo de memoria: las celdas de memoria suelen ser NAND flash, ya que tienen ventajas respecto a las NOR. Además, existen variantes como:
    • Memoria SLC (Single Level Cell): es un tipo de flash NAND algo más antiguo. Cada célula de memoria almacena un solo bit de información. Es la que menos desgaste presenta, y más rápida resulta a la hora de acceder a ella. Pero necesitará más espacio físico para almacenar capacidades mayores.
    • Memoria MLC (Multi Level Cell): otro tipo de NAND muy popular en los primeros SSD. Era barata y capaz de almacenar dos bits por cada celda de memoria. Eso reducía la cantidad de espacio físico necesaria. Pero también redujo la durabilidad de las células.
    • Memoria TLC (Triple Level Cell): similar a las anterior, con un rendimiento inferior a las demás, así como con un ciclo de accesos también inferior. Lo bueno de esta NAND es que admite mayor capacidad de almacenamiento, con una relación GB/€ muy buena.
    • Memoria QLC (Quad Level Cell): es una evolución de la TLC, y tiene las mismas virtudes y defectos. Es capaz de almacenar hasta 4 bits por celda de memoria. En cuanto a la durabilidad, puede resistir hasta los 300 TBW.
  • Según el factor de forma: los primeros formatos de estos discos duros seguían las mismas dimensiones de los HDD pequeños. Es decir, solían usar un formato de 2.5″ para que se pudieran montar en las mismas bahías. En cambio, en la actualidad han surgido otros formatos:
    • 2.5″: habitual, especialmente en los primeros SSD SATA.
    • HHHL: un formato poco popular y que es similar a una tarjeta de expansión.
    • mSATA: un formato más reducido, especialmente pensado para sistemas con un factor de forma más pequeño.
    • M.2: está la versión estándar inicial, que era como un pequeño módulo que se puede insertar en una ranura de la placa base, o la versión compatible con NVMe. Son similares, tan solo los diferencia que el primero tiene dos muecas en el conector y el segundo tiene una sola.
    • U.2: es una versión solo disponible para los NVMe. En este caso, el tamaño es superior al anterior.
  • Según su controlador: uno de los primeros fue AHCI (Advanced Host Controller Interface), que empleaban los discos duros SSD SATA. Actualmente se ha pasado a las modernas NVMe (Non-Volatile Memory Express), un tipo de interfaz y controlador que define el tipo de comandos y funciones que podrá usar el disco duro SSD PCIe. El objetivo es incrementar la eficiencia, rendimiento e interoperabilidad.

Según dónde van instalados

Según si el disco duro, sea del tipo que sea, se instala dentro o fuera, puede ser:

Internos

Son aquellos discos duros que se instalan dentro del equipo, ya sean tipo SSD o HDD. Por ejemplo, todos aquellos discos duros M.2 o SATA pueden ser internos.

No obstante, se venden carcasas que permiten convertir estos discos duros internos en externos. Por ejemplo, se puede usar una de estas carcasas para adaptar un SATA para que se transforme en uno externo USB.

Externos

En el caso de los externos, son unidades extraíbles. Generalmente se conectan mediante puertos como los USB, Firewire o eSATA. La ventaja es que no necesitan abrir el equipo para su instalación, y se pueden retirar en cualquier momento.

Al igual que ocurre con los discos duros internos, también se podrían adaptar algunos discos duros externos para su funcionamiento como unidad interna. Dentro de las carcasas suelen haber discos duros como los internos, aunque en ciertas unidades flash externas no sea así.

Según la interfaz

Otro de los factores que pueden diferenciar el tipo de disco duro es la interfaz, es decir, el bus mediante el que se conectan estos discos duros. Dejando atrás algunas tecnologías desfasadas, como SCSI, IDE (PATA), etc., las más importantes actualmente son:

USB

Estos discos duros pueden usar los diferentes formatos de conexión. Como el USB 1.x, USB 2.0, USB 3.0. Por supuesto, suelen ser externos. Además, tienen retrocompatibilidad, es decir, un disco duro USB 3.0 se podrá conectar en puertos USB 2.0 o anteriores, aunque se limitarán a la velocidad soportada por estos.

SATA

Es una interfaz serie especial para las unidades internas. Suele ser la empleada en discos duros HDD y algunos SSD de primera generación. Al igual que ocurre con otros buses, también ha habido varias versiones que han ido evolucionando en cuanto a velocidad (SATA, SATAII, SATAIII).

PCIe

Tanto algunos discos duros M.2, como otros que presentan en formato tarjeta de expansión, como el Intel Optane, se pueden conectar a este otro bus de conexión interno en cualquier ranura de expansión compatible. En el caso de los M.2, este factor de forma tiene algunas conexiones especiales a lo largo de la placa base para conectarlos.

Firewire

Esta interfaz también es frecuente, aunque cada vez menos. Era una alternativa al USB en las primeras generaciones de discos duros externos. Pero, poco a poco, ha ido mermando frente a USB.

eSATA

Es otra de las posibilidades para disco duro externo. Comparte características con la interfaz SATA, pero está especialmente diseñada para los discos duros externos.

SAS

Es un dispositivo electromecánico (HDD) que se dirige a leer grandes de datos y almacenar grandes volúmenes de información. No es tan frecuente como otras para aplicaciones domésticas.

Según su objetivo

Otra forma de catalogar los discos duros es mediante el uso para el que hayan sido diseñados. En este caso tenemos:

Convencional

Están los discos duros convencionales, ya sean internos o externos, de tipo SSD o HDD. Son los que habitualmente usas como unidades internas en tu PC, o como unidades externas para copias de seguridad, etc.

NAS

Los NAS (Network Attached Storage) son unidades de disco duro similares a los anteriores. De hecho, pueden ser tanto HDD como SSD. Y pueden usar diversas interfaces de comunicación. La gran diferencia es que están conectadas a la red. A efectos prácticos, funcionarían como una unidad de almacenamiento en la nube. Pudiendo acceder a ella desde cualquier dispositivo estés donde estés.

Isaac

Isaac

Técnico electrónico y experto en el sector de los semiconductores al que le encanta escribir y compartir sus conocimientos con los demás, especialmente si son de hardware.

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