Actualizado a: 17 de marzo de 2023
La práctica totalidad de los procesadores modernos cuentan con una arquitectura de 64 bits, pero aún existen muchos equipos antiguos que aún pueden estar usando procesadores de 32 bits. Ese dato es necesario tenerlo en cuenta para saber el sistema operativo y qué aplicaciones pueden manejar. Vamos a ver cómo saberlo dependiendo de nuestro sistema operativo.
Diferencias entre un procesador de 32 y 64 bits
La principal diferencia entre un procesador de 32 bits y uno de 64 bits es la cantidad de memoria que pueden manejar. Un procesador de 32 bits puede acceder a un máximo de 4 GB de memoria RAM, mientras que un procesador de 64 bits puede acceder a una cantidad de memoria mucho mayor, teóricamente hasta 16 exabytes (16 millones de terabytes).
Además, los procesadores de 64 bits son más eficientes en el manejo de datos de gran tamaño y en la realización de cálculos complejos. Esto se debe a que pueden procesar más datos a la vez gracias a una mayor cantidad de registros y unidades de procesamiento.
Los sistemas operativos de 64 bits también pueden aprovechar mejor los procesadores de 64 bits, lo que se traduce en un rendimiento general más rápido y una mayor capacidad para ejecutar aplicaciones de gran envergadura.
Básicamente, los procesadores de 64 bits ofrecen un mayor rendimiento y capacidad de procesamiento que los procesadores de 32 bits, lo que los hace ideales para trabajos de computación intensiva y aplicaciones de alta demanda de memoria.
Saber si mi procesador es de 32 o 64 bits en Windows
Accedemos a la consola de Windows.
Ejecutamos el comando ‘echo %PROCESSOR_ARCHITECTURE%’. Como se puede observar en la imagen siguiente se trata de un procesador de 64 bits.
Saber si mi procesador es de 32 o 64 bits en Linux
Accedemos a la terminal de Linux.
Ejecutamos el comando «lscpu», este comando, además de la arquitectura, nos ofrece mucha más información sobre el procesador. En la imagen vemos que se trata de un procesador de 64 bits.