Actualizado a: 27 de octubre de 2023
Si eres un gamer apasionado o simplemente alguien que disfruta de una buena experiencia visual en el ordenador o en la consola, seguro que has oído hablar del eterno debate entre 30 fps vs 60 fps. Pero, ¿realmente importa? ¿Se nota la diferencia? En este artículo, vamos a hablar de todo lo que necesitas saber sobre los fotogramas por segundo (fps) y cómo afectan tu experiencia de juego.
¿Qué son los fotogramas por segundo?
Cuando hablamos de fotogramas por segundo, o FPS, estamos hablando de la cantidad de imágenes que se muestran en tu pantalla en un lapso de un segundo. En otras palabras, es la frecuencia con la que la imagen en tu pantalla se renueva.
Imagínate que estás viendo una secuencia de un caballo corriendo. Lo que realmente está sucediendo es que estás viendo una rápida sucesión de imágenes estáticas que, cuando se muestran a gran velocidad, crean la ilusión de movimiento. Es como un libro de dibujos animados en el que, al pasar las páginas rápidamente, los dibujos parecen moverse. Cuantas más imágenes o «páginas» puedas pasar en un segundo, más suave y realista será el movimiento que percibes.
¿Qué es mejor, 60 o 30 fps?
En el mundo de los videojuegos, la tasa de fotogramas por segundo o FPS es crucial, y te diré por qué. A diferencia de las películas o series, donde eres un espectador pasivo, en los videojuegos tú tienes el control. Estás al mando de lo que sucede en la pantalla, y eso hace que cada fotograma cuente.
Echemos un vistazo al «Test UFO«, un experimento que muestra cómo diferentes tasas de FPS (144, 72, 36) afectan lo que ves. Cuanto más alta es la tasa de FPS, más detalles captura tu ojo en un instante dado. Esto se traduce en una mayor precisión y fluidez en el juego, algo que cualquier gamer apreciará.
Ahora, hablemos de números. En nuestras evaluaciones de hardware para juegos, solemos usar una tabla para calificar la experiencia de juego según los FPS:
- Menos de 30 FPS: Olvídalo, es injugable.
- 30 ~ 40 FPS: Puedes jugar, pero no es ideal.
- 40 ~ 60 FPS: Vas bien, la experiencia es buena.
- Más de 60 FPS: Ahora sí, esto es fluidez.
- Más de 144 FPS: Estás en el terreno del realismo puro.
Para ponerlo en contexto, 30 FPS es lo mínimo aceptable para decir que un juego es «jugable». Pero incluso eso puede variar según el tipo de juego. Si estás en un juego de narrativa o aventura, 30 FPS podrían ser suficientes. Pero si te encuentras en medio de un tiroteo en un juego de disparos, una baja tasa de FPS podría costarte la partida, y créeme, la experiencia será frustrante.
Y aunque 60 FPS se considera una buena tasa para una experiencia de juego fluida, las cosas están cambiando. Con la llegada de monitores de alta tasa de refresco, que pueden ir hasta 360 Hz, las tasas como 120 FPS o 144 FPS están ganando importancia.
¿Cómo podemos subir los fps en juegos?
Si estás jugando en un PC, hay varias maneras de aumentar tus fps. Aquí hay algunas ideas:
Actualizar los controladores de la tarjeta gráfica
Mantener los controladores actualizados puede ofrecer un aumento significativo en el rendimiento. Sobre todo esto ocurre en ordenadores con pocos recursos que necesitan la máxima optimización para tener una buena experiencia en juegos. Imagina que tienes una gráfica de gama baja, pues necesitarás tenerla actualizada para que, al menos, los juegos corran a 30 fps. Para saber más, echa un ojo a nuestro artículo sobre cómo actualizar drivers de tarjeta gráfica.
Modificar las configuraciones gráficas del juego
Reducir la calidad gráfica puede aumentar la tasa de fotogramas. En mi caso, tengo un PC con la GTX 1650 de 4 GB y puedo jugar en 1080 a 60 fps estables, pero mi monitor alcanza los 144 Hz de tasa de refresco. Si quiero aumentar los fps en, por ejemplo, el Resident Evil 4 Remake, tendré que bajar la resolución.
Overclocking
Si tienes experiencia técnica, puedes intentar hacer overclocking a tu tarjeta gráfica, aunque esto puede ser arriesgado si no sabes lo que estás haciendo. En este sentido, te recomendamos, si estas interesado realmente, visitar nuestro artículo sobre cómo hacer overclocking a tu tarjeta gráfica.
¿Cuántos fps son decentes para jugar?
Si bien 60 fps es el estándar de oro para la mayoría de los jugadores, no es estrictamente necesario para disfrutar de un juego. Alrededor de 30 fps suele ser más que suficiente para juegos que no requieren reflejos rápidos o movimientos rápidos.
Sin embargo, si eres un jugador competitivo, querrás apuntar a 60 fps o incluso más para asegurarte de que estás en igualdad de condiciones con tus oponentes.
¿Los fps son importantes en vídeo?
Es interesante observar cómo los 60 FPS se han convertido en una especie de estándar no oficial para una experiencia de juego suave en PC y consolas. Pero cuando se trata de ver vídeos, ya sea en la televisión o en plataformas de streaming como Netflix, las cosas son un poco diferentes. La mayoría de los contenidos que consumimos en estos formatos suelen tener una tasa de 23.97 FPS.
Ahora bien, en plataformas como YouTube, los 60 FPS están ganando terreno rápidamente. Si alguna vez has tenido la oportunidad de comparar un vídeo a 60 FPS con uno a 24 o 30 FPS, sabrás que la diferencia en la fluidez del movimiento es bastante evidente. Asegúrate de que la configuración de calidad del vídeo esté en «1080p60» o más para realmente apreciar la diferencia.
Entonces, ¿por qué la mayoría de los contenidos de vídeo siguen estancados en tasas de fotogramas más bajas? Bueno, en parte se debe a la tradición y a la tecnología. Las tasas de 25 FPS en el sistema PAL y 30 FPS en el sistema NTSC se consideraron durante mucho tiempo suficientes para ofrecer una experiencia visual aceptable. Además, más FPS implican una mayor demanda de ancho de banda y equipos de cámara más sofisticados.
Pero, ¿por qué notamos tanto la diferencia en los videojuegos y no tanto en los contenidos de vídeo? Hay varias razones para esto:
- Los videojuegos se renderizan en tiempo real, lo que significa que la tasa de fotogramas puede fluctuar. Si estás jugando a una media de 30 FPS, habrá momentos en los que experimentarás caídas, lo que puede arruinar la experiencia de juego. En cambio, un vídeo ya está pre-renderizado a una tasa de fotogramas constante.
- Cuando estás jugando, estás en control total de la acción en pantalla. Esto crea un nivel de inmersión psicológica que simplemente no experimentas cuando estás viendo una película o una serie de televisión. Por lo tanto, somos más críticos con la fluidez del movimiento en los juegos.
- Los videojuegos suelen tener movimientos más bruscos y rápidos que los que se ven en la mayoría de los contenidos de vídeo, lo que hace que una alta tasa de fotogramas sea aún más crucial para una experiencia de juego agradable.
Conclusiones
La elección entre 30 fps vs 60 fps dependerá en gran medida de tus necesidades personales y del tipo de juegos que te guste jugar. Si eres un jugador serio que compite en línea, 60 fps o más es casi una necesidad. Pero si eres un jugador más casual, 30 fps puede ser perfectamente aceptable para tu estilo de juego. Lo más importante es encontrar un equilibrio que te permita disfrutar de tus juegos al máximo.