Actualizado a: 19 de enero de 2024
Poco a poco, el mundo del cine, los videojuegos, etc. ha ido evolucionando trayendo consigo muy diferentes tecnologías. A través de una búsqueda constante, se han ido creando muy diferentes sistemas para intentar potenciar el apartado audiovisual de las distintas artes. Es así como surgió lo que hoy día llamamos High Frame Rate (HFR). Siendo muy parco, pues ahora extenderé algo más la explicación, podríamos decir que es un sistema de grabación y proyección de imágenes a una velocidad superior al estándar.
En general, la velocidad de grabación de, por ejemplo, el cine ha sido de unos 24 FPS. Con esta nueva tecnología se ha intentado potenciar la velocidad de grabación, lo cual ha generado toda clase de comentarios, críticas y discusiones al respecto. En general, se han generado dos posturas que podríamos resumir en tradición vs. innovación. Esto se ha dado especialmente en el cine, donde algunos directores han manifestado su contrariedad frente a este fenómeno.
Según ellos, han expresado que se parece demasiado a los videojuegos, la telenovela o las obras de teatro. Personalmente, no entiendo como esto puede ser un problema, por lo que soy incapaz de entender esa postura desde mi posición. Otros muchos defienden que este avance tecnológico puede ser una herramienta más. Como cualquier otra, la tienden como un avance. En efecto, es tal y como lo han sido las nuevas resoluciones que han ido emergiendo con el paso del tiempo.
¿Qué es el HFR?
Habiendo establecido el contexto base, ahora sí que sí podemos hablar con más propiedad sobre qué es el HFR. A grandes rasgos, podemos decir que el High Frame Rate (también llamado tasa alta de fotogramas) es una técnica de proyección especialmente presente en el mundo del cine. Menos relevante en la industria de los videojuegos, ha ganado mucho peso también en los sistemas de grabación tradicionales al modificar los tradicionales 24 FPS por tasas más altas.
Por lo tanto, podemos decir que es una nueva tecnología. El formato antiguo, además de por el valor nostálgico que le dan los cineastas que no aceptan el cambio, tenía mucho valor al reducir el coste de producción y funcionar de manera bastante adecuada. No obstante, aumentar la tasa de fotogramas por segundo puede tener otras significaciones y valores muy importantes que van más allá del estilo, la tecnología o las técnicas de grabación.
A continuación, otro elemento que podemos aclarar es que la tecnología que está detrás del HFR se basa en un principio muy básico. Según este, al aumentar la cantidad de cuadros por segundo, se consigue una imagen y una reproducción de movimiento más fluida y realista. Como principal ventaja, y esto lo veremos mejor a continuación, se logran eliminar efectos borrosos, también llamados motion blur. Esto a menudo se asocia con las películas grabadas a 24 FPS. El HFR reduce este efecto, lo que permite que las secuencias de acción sean más nítidas y los movimientos sean más claros.
Por qué es importante
Para seguir hablando de este tema, no obstante, es necesario hablar de su importancia para con el ser humano y de por qué es una tecnología que, a grandes rasgos, nos beneficia. Para entender esto es necesario saber que el cerebro humano es capaz de interpretar entre una y cinco imágenes por separado por movimiento. Con esto en mente, podemos agregar una realidad: a mayor número de FPS, el movimiento es más suave. Y aunque el ojo humano solo es capaz de percibir hasta ciertos valores, aumentar la cantidad de FPS hace que la imagen no solo sea más suave, sino que se elimina el desenfoque.
Por lo tanto, el HFR es importante porque produce una experiencia visual mucho más nítida y realista. De hecho, este el argumento que muchos nuevos directos y creadores esgrimen para defender su presencia en el mundo del cine. Teniendo todo esto en cuenta, y esto ya es opinión propia, considero que los preceptos que sostienen los detractores del HFR no tienen demasiada razón. Sin embargo, eso ya es cosa de cada una.
Dicho esto, y volviendo al tema que nos acontece, el HFR implica la captura y reproducción de imágenes tasas de cuadros superiores a los 24 FPS. Al hacer esto, se mejora la calidad de imagen, siendo los valores más estandarizados (en estos momentos) 48 y 60 FPS. Algunos han producido proyectos con mayores velocidades, llegando a grabar a 120 FPS, pero esto no es tan común. Sea como fuere, estas velocidades más altas tienen un impacto significativo en la calidad de la imagen y la percepción visual.
Cuáles son los beneficios del HFR o High Frame Rate
Con esto ya hemos sido capaces de responder a las dos cuestiones principales del presente tema, aunque podemos seguir profundizando en el tema, aunque esto ya depende del interés que tengáis en la cuestión. Sea como fuere, y como es lógico, el High Frame Rate presenta una serie de ventajas y beneficios (cuando menos) muy interesantes.
El primero de ellos, y el más obvio de todos, es que es capaz de producir una experiencia visual mucho más realista. Al emitir las imágenes a una mayor tasa de FPS, se mejora la experiencia visual y se potencia el movimiento de la cámara. Por lo tanto, el resultado final no solo es mejor, sino que además los efectos visuales suben de nivel. Por ejemplo, las escenas de acción en las que hay mucho movimiento son mucho más nítidas, siendo este uno de los géneros que más se beneficia del HFR. Gracias a esto se puede conseguir una mayor inmersión.
Aparte, al reducir el desenfoque, tal y como ya he comentado con anterioridad, es posible reducir el mareo por movimiento. A determinadas personas, que no a todas, les puede resultar incómodo o molesto ver películas con una tasa de FPS baja. También se puede dar con filmes en 3D, escenas de acción muy trepidante, etc. Con el HFR, como se aumentan el número de imágenes que se reproducen por segundo, se suaviza el resultado final, lo que puede reducir el mareo al dar una imagen más clara y más estable.
Por supuesto, hay más. Al hacer todo esto, las escenas rápidas son más claras que nunca, lo que permite disfrutar más y mejor de determinadas secuencias. Cuando se producen escenas de corte rápido con tasas bajas de FPS, es relativamente fácil que se dé el ya mencionado motion blur. Esto empeora el resultado, siendo el HFR la respuesta más acertada en ese sentido. Para terminar, también podemos alabar su cualidad como herramienta alternativa, siendo un recurso no obligatorio, pero existente, en casi cualquier tipo de producción. Al tener una mayor claridad y precisión en la imagen, se pueden diseñar escenas y secuencias que antes eran difíciles de lograr.
Desventajas… según quién
Por supuesto, no todo el mundo piensa que esto sea una ventaja, aunque la mayoría de sus detractores son cineastas que no aceptan este cambio. Es, en cierto modo, una cuestión de preferencias personales en las que, por supuesto, también entra el gusto propio de cada espectador. No es que exista una respuesta adecuada o inadecuada, aunque la lógica nos dice que presenta más virtudes que defectos.
Eso sí, la presencia del HFR produce imágenes más nítidas, lo que obliga a invertir más en producción, siendo esto una suerte de desventaja o efecto secundario. Como el resultado final es más claro, se necesita mejorar el nivel de los decorados y el atrezzo para evitar que desentonen demasiado o se vean demasiado mal. Así pues, es más importante y necesario disponer de recursos de maquillaje, decorado, etc. para que el resultado final sea acorde a la tasa de FPS y el resultado final.
Más allá del cine
Dicho esto, es erróneo pensar que el cine es el único medio que se aprovecha de esta novedad. A fin de cuentas, casi cualquier tipo de producción audiovisual puede usar esta nueva tecnología para crear contenidos. En consecuencia, además de producciones para la gran pantalla, podemos encontrar un poco de todo.
En ese sentido, podemos destacar el streaming y el streaming de vídeo, siendo ambos formatos muy cercanos a esta nueva tecnología. Determinados creadores de contenido emplean cámaras y sistemas de grabación con HFR para producir contenidos con una mayor calidad de imagen, siendo esta una constante de YouTube o Twitch, por ejemplo. Del mismo modo, plataformas de streaming como Netflix y HBO producen cada vez más contenidos con esta tecnología, siendo ya una constante estandarizada más que otra cosa.
En el mundo de los videojuegos también se da esta situación. A fin de cuentas, consolas de última generación y ordenadores de gama alta son capaces de ejecutar juegos a 120 FPS. En muchos casos lo hacen junto con monitores con una alta tasa de refresco y un buen número de Mhz para asegurar la calidad máxima de la imagen. Por supuesto, todo esto lo podemos ampliar al mundo de la grabación más casual, sumando a la ecuación cámaras modernas, teléfonos móviles más actuales, cámaras de vídeo, etc.
Requisitos técnicos
Como últimos detalles, por si queréis seguire ampliando vuestros conocimientos en el tema, podemos contaros que la grabación en HFR requiere equipo especializado, siendo necesarios —en muchos casos— dispositivos de gama alta capaces de trabajar con estos ratios. En el mundo del streaming, por ejemplo, hay pocas cámaras capaces de ello, siendo la Facecam Pro una de ellas. Si queréis saber más sobre ella, en esta review os hablo sobre ella.
Dicho esto, las producciones en HFR generan grandes cantidades de datos sin procesar debido a la alta calidad de imagen. Para transmitir contenido HFR, se necesitan sistemas compatibles, como proyectores láser de alta frecuencia. En nuestros hogares, por poner otro ejemplo, los estándares como el Ultra HD Blu-Ray han adoptado tasas de cuadros más altas, y el HDMI 2.1 ha aumentado la banda ancha de datos para admitir 4320p a 120 fps.