Actualizado a: 19 de enero de 2024
¿Qué es la memoria caché? Seguramente, en más de una ocasión habréis oído hablar de algo llamado «memoria caché», un concepto que puede resultar algo extraño. Es más, no sería nada raro que alguien os haya hablado del tema mientras os explicaba cómo podía arreglar un determinado ‘contratiempo’ relacionado con alguna página web.
Ahora bien, ¿qué es exactamente? Para cualquier profesional y/o usuario especializado con el tema, una simple definición se queda bastante corta. Sí, eso es cierto, pero también es verdad que un usuario promedio —probablemente, pues eso ya depende de cada uno— no entendería a que nos estamos refiriendo si nos remitimos a su definición.
¿Por qué? Pues porque la memoria caché se define como un componente del software o del hardware que almacena y guarda información. Esta información luego es empleada por otros elementos del sistema que puedan requerir de esos mismos datos. Así pues, podríamos decir que es un almacén de informaciones empleadas en solicitudes futuras para acelerar cualquier proceso.
Dicho así es bastante simple. A fin de cuentas, lo podemos entender como un componente que guarda información más o menos importante de manera constante para que, cuando esta sea requerida de nuevo por cualquier elemento del sistema, pueda acceder rápidamente a ella. Es, en cierto modo, un atajo a la información, pues no es lo mismo ‘descargarla y obtenerla’ desde cero que sustraerla de una base de datos especialmente diseñada para ello.
¿Qué es la memoria caché y para qué sirve?
Ahora bien, esta definición no es exactamente correcta al 100%, puesto que hemos empleado algunos términos inexactos, pero nuestro objetivo principal es que entendáis qué es y para qué sirve desde un enfoque más generalista y sencillo. La cosa se complica cuando entramos en otro tipo de cuestiones igualmente importantes para su descripción final.
Vale, pero… ¿Entonces qué es? Simple y llanamente, es algo así como un recurso del que dispone cualquier CPU para guardar un conjunto de datos procesados de manera anterior para poder reutilizarlos posteriormente. ¿Y por qué hemos hablado de hardware y software? ¿Y de internet? Esto se debe a que el concepto de «caché» es algo más genérico de lo que podría esperar en el sentido de que ese mismo término se emplea en diversas ramas. Por eso podemos hablar tanto de tipos de caché como de funcionalidades.
Cuáles son los tipos de caché que existen
Es importante aclarar que, actualmente, podemos hablar de tres tipos de caché diferentes: caché de disco, caché de pista y caché web. Todas siguen la teoría anterior y tienen un uso similar, pero cambia la ‘plataforma’ y/o el enfoque final. En realidad, hay muchos más tipos, ya que según sus parámetros podemos hablar de un tipo u otro, pero aquí entramos en términos que tal vez sean demasiado complejos para responder a nuestra gran pregunta: ¿Qué es la memoria caché?
Sabiendo esto, volvemos a nuestra distinción inicial:
- Caché de disco: dícese de aquella que utiliza un tanto por ciento de la memoria RAM asociada a un disco concreto. En esta se almacenan datos relacionados con ese disco, leídos de manera reciente, para acelerar los procesos de carga cuando se vuelvan a requerir esos mismos datos. Este tipo de caché hace que diversos programas y aplicaciones puedan funcionar más rápidamente cuando se usan de nuevo al disponer de la información necesaria de manera más directa para que ‘funcionen’.
- Caché de pista: la realidad es que este tipo de caché apenas nos interesa, puesto que no está relacionada con ningún uso que pueda darle un usuario normal. A fin de cuentas, es un tipo de caché sólida (muy parecida a la RAM). ¿Y por qué no nos interesa? Pues porque solo está presente en superordenadores. Así pues, nosotros, de manera normal, nunca vamos a usarla.
- Caché web: es una de las más habituales y de la que más habréis oído hablar, probablemente. En cierto modo, se parece a la caché de disco (no es lo mismo, pero es para que nos entendáis), ya que almacena información. No obstante, los datos que guarda proceden de páginas webs. Al hacerlo, cuando entremos de nuevo, la susodicha web se cargará más rápidamente, puesto que parte de los datos necesarios para ejecutarla estarán ‘más a mano’. Aquí podemos hablar de tres subtipos: privados (solo funcionan para un usuario), compartidos (para varios usuarios) y de pasarela (funcionan en su propio servidor original, por lo que no distingue entre usuarios).
¿Qué es la memoria caché y qué son los niveles?
Otro aspecto muy importante de la memoria caché son los —comúnmente— llamados niveles. Si habéis echado un vistazo a muchos de nuestros análisis, como el del AMD Ryzen 5 7600, habréis podido comprobar que casi siempre agregamos un apartado en el que especificamos el valor total de su memoria caché en L1, L2 y L3. Ahora bien, es posible que muchos de vosotros no sepáis del todo bien qué son o qué nos indican.
Es un concepto algo complejo. Tanto es así que, en realidad, hay algunos ‘niveles’ más, pero no vamos a entrar en ese tema. Hoy nos quedaremos con los más básicos y comunes. Dicho esto, podemos decir que los niveles de la memoria caché son algo así como espacios diferenciados en los que se almacena un ‘tipo’ de caché u otro en función de diversos aspectos.
Los tres niveles
- L1: es conocida como la memoria interna. Se encuentra en el núcleo del microprocesador y guarda información importante y de uso frecuente. Suele ser la más pequeña y la más rápida, puesto que en su interior ‘solo’ se conservan los datos que se necesitan para las operaciones y procesos más frecuentes e importantes. Su tiempo de respuesta es menor. Se suele dividir en dos niveles: data cache e instruction cache. En el primero se almacenan datos frecuentes, mientras que el segundo está reservado para instrucciones.
- L2: más grande, pero más lenta, que el L1. Almacena datos usados también con bastante frecuencia, pero —usualmente— de menor importancia o frecuencia que los de L1. Esto no es tan simple, porque no siempre es así, pero es una idea general. Puede incluir datos de L1 según si es exclusiva o inclusiva (lo vemos más adelante).
- L3: siguiendo el dogma, su tamaño es mayor que L2, pero también es más lenta. La memora caché de nivel L3 se define por almacenar grandes cantidades de información para agilizar diversas tareas y procesos que requieren de una mayor cantidad de espacio.
Aparte de todo esto, podemos diferenciar entre dos tipos de caché según el nivel: inclusiva y exclusiva. La memoria caché inclusiva es aquella en que los datos almacenados permanecen en dos o más niveles, mientras que los de la caché exclusiva se eliminan de un nivel cuando son transferidos a otro.
¿Para qué sirve entonces? ¿Hace falta borrarla?
Habiendo visto todo esto, ahora sí que podemos hacernos una idea general de para qué sirve la memoria caché. A grandes rasgos, es un repositorio de datos e informaciones que nuestra CPU, navegador, etc. (en este último, por ejemplo, no entra la cuestión de los niveles de manera propiamente dicha) puedan ejecutar diversos procesos, cargar datos y realizar tareas de manera más rápida y eficaz.
Todo esto tiene muy diversos beneficios, ya que acelera el funcionamiento de todo de manera bastante eficiente. Así pues, su gran ventaja es dotar de mayor velocidad a nuestro sistema en líneas generales. No obstante, no conviene dejarla siempre tal cual. Una expresión muy común que seguro habéis escuchado en otras ocasiones es «necesitas borrar la memoria caché».
No es ninguna mentira. Como habréis podido intuir, la memoria caché dispone de espacios finitos, por lo que viene bien ir borrándola cada cierto tiempo para asegurarnos de que haya espacio suficiente para ejecutar los procesos que de verdad lo necesitan. Es posible que usemos un determinado programa o usemos una web concreta que con el tiempo dejemos de lado. Sin embargo, es posible que sus datos permanezcan. Es ahí donde entra el borrado de la caché, tanto en web como en el propio PC.
Ahora bien, no hay que volverse locos: no hace falta borrarla todas las semanas. Ni mucho menos. Es un proceso que si se realiza de manera ocasional, pues más que mejor.
Cómo se pueden borrar
En este punto, es complicado ofrecer una explicación, pues cada SO, móvil o navegador puede ser un mundo. Es por eso que os vamos a dejar una serie de tips generales para los sistemas más habituales.
Windows
Los datos temporales de la memoria caché de nuestro ordenador se suelen guardar en el disco C:, aunque muchas veces depende de la configuración. Lo más habitual es que estén en la ruta C:\NOMBREdelUSUARIO\Admin\AppData\Local\Temp. También podéis usar la combinación de teclas Windows + R. Esta primera, por si no la conocéis, es la que tiene el símbolo del SO en el teclado. Al hacerlo, se os abrirá una ventana: «Ejecutar». Ahí tan solo tenéis que escribir %temp% u clicar en el botón aceptar.
Otra opción es usar un programa externo o usar la aplicación de Windows (si usáis W10, la tenéis preinstalada) Liberador de espacio en disco. Al hacerlo, escoged aquellos que queráis borrar en qué disco y listo, pero mucho ojo. Si os equivocáios, podéis perder otras cosas.
Android
En Android depende mucho del móvil, pero lo más normal es que dispongamos de algún limpiador preinstalado si utilizamos un Mi, por ejemplo. También se puede hacer con otros programas del estilo que muchas marcas incorporan. En caso contrario, desde ajustes y aplicaciones, deberíais poder limpiar la caché de cada aplicación de manera individual sin ningún tipo de problema.
Google Chrome y Firefox
Es tan sencillo como seleccionar la pestaña de ajustes en los tres «puntos» que salen en la esquina derecha del navegador y entrar en configuración. Usando la barra del buscador de la sección de ajustes, escribimos caché y seleccionamos «Borrar datos de navegación». Ojo, seleccionad solo lo que queráis borrar, puesto que de otra forma puedes acabar limpiando claves u otros datos importantes. En Firefox el proceso es prácticamente idéntico.