Actualizado a: 19 de enero de 2024
Anteriormente, os hablamos del tearing, un error muy molesto que puede estropear nuestra experiencia de juego de muy diversas maneras. Mediante un tutorial bastante simple, os explicamos algunos de los mejores sistemas para eliminarlo o minimizarlo, mas sabemos que este no es el único fallo que puede golpearnos mientras disfrutamos de cualquier videojuego. Otro muy molesto es el stuttering y es por eso que también queremos explicaros cómo podéis arreglarlo.
Qué es el stuttering
No obstante, antes de nada debemos entender qué es el stuttering, pues resulta muy complicado resolver un problema sin entender cuál es su definición adecuada. Es más, es posible que penséis lo que a vosotros os está pasando es tearing o input lag, problemas que suelen estar bastante relacionados.
En cualquier caso, no queremos desviarnos. ¿Qué es el stuttering? A grandes rasgos, lo podemos definir como parones o microparones que nos interrumpen mientras jugamos, produciendo ‘saltos’ entre un frame y otro. Es algo así como un pequeño tirón que no paraliza el juego, pero que se siente muy extraño.
Sobre todo porque en muchos casos es muy complicado de identificar. Hay situaciones en las que el ojo humano no es capaz casi ni de captarlo, aunque depende de la persona; influye la gravedad del caso de stuttering o la sensibilidad de nuestra propia mirada. Entendemos que en estos casos es una tontería, pero que en muchos otros puede ser realmente molesto.
Sea como fuere, es posible que no nos hayáis entendido usando conceptos tales como tirones, así que os vamos a dar otra definición. En líneas generales, podemos decir que el stuttering es una caída repentina y brusca de frames. Esto puede darse tanto en ordenadores de gama baja como de gama alta. ¿Cómo?
Por ejemplo, si estamos jugando a un título indie que requiere muy pocos recursos y funcionamos a 600 FPS, es posible que, por cualquier circunstancia, de repente baje a 400 FPS. Aunque la teoría nos dice que la imagen debería ser fluida igualmente, este repentino cambio en la tasa de frames por segundo se refleja con un microcorte que paraliza todo durante menos de un segundo, pero de manera muy visual y molesta.
Cómo reducir o eliminar el stuttering
El proceso para reducir este tipo de errores pasa por diversas variantes. Muchas de ellas son completamente gratuitas, ya que solo requieren realizar ciertas configuraciones o modificaciones en nuestro ordenador y/o videojuegos, mientras que otras tantas pasan por cambiar ciertos componentes para resolver posibles problemas de rendimiento.
Como siempre, os recomendamos que probéis primero las gratuitas. Algo lógico, claro está, pero que en muchos casos puede pasar desapercibido; hay quienes piensan que el stuttering siempre está relacionado con la falta de rendimiento, pero puede ser justo lo contrario. Por eso os daremos muy diferentes consejos.
Importante: en muchos casos puede ser que el problema sea del juego en cuestión a tenor de una mala optimización, por ejemplo.
Limitar los FPS
Si tienes un ordenador de gran potencia, tal vez la mejor forma de combatir este problema sea reducir la tasa de frames por segundo. Os voy a poner mi caso (y aquí paso a la primera persona) para que os hagáis a la idea. Actualmente, dispongo de un PC de gama alta, por lo que en muchos casos no necesito ‘preocuparme’ por los requisitos mínimos o recomendados.
Un día, jugando a Kena: Bridge of Spirtis empecé a detectar microcortes (y cortes más extensos) mientras jugaba, algo que me extrañó mucho, pues días atrás había estado jugando a títulos bastante más exigentes. Al analizar la tasa de frames mediante diversas herramientas, me di cuenta de que pasaba de 400 a 150 FPS en momentos muy concretos debido a diversos errores en la optimización del juego.
¿Cuál fue mi solución? Tras probar varias cosas, cambié el límite de frames a 60. Al hacerlo, Kena se mantuvo estable en todo momento, delimitando esos cortes producidos por el stuttering. Así pues, en ese caso, la solución fue ponerle un tope, pero sin reducir ningún apartado del apartado gráfico, resolución, etc. Solo necesité, mediante las opciones internas del propio juego, ‘decirle’ que no quería que funcionase a más de 60 FPS.
El stuttering y el cuello de botella
Esto está relacionado con otro problema habitual: el cuello de botella. Si tenemos una GPU de gama alta y una CPU de gama baja funcionando a través de una placa base de gama media, por ejemplo, habrá diferencias muy notables entre los componentes. Esto produce que funcionen a ritmos diferentes, produciendo un desajuste en el rendimiento de la gráfica.
Esto hará que se canibalicen las unas a las otras. En estos casos, reducir los FPS también puede ir bien, pero es un caso más complicado, ya que solo es una forma de paliar un problema subyacente más grabe.
Desactivar la sincronización vertical (VSYNC)
Sucede justo lo contrario que con el tearing: si tenemos activada la sincronización vertical, podemos padecer stuttering. Esto se debe a que la VSYNC aumenta la carga de trabajo de la GPU y la CPU, por lo que el esfuerzo es mayor. Si lo tenemos activo, apagarlo puede arreglar algunos de nuestros problemas. Y en efecto, hacerlo puede producir tearing.
Actualizar los drivers (controladores) gráficos
Puede parecer una tontería, pero en muchos casos es posible que se produzca el stuttering porque no tenemos actualizados los drivers de la tarjeta gráfica. Esto produce que su rendimiento no sea el adecuado y/o que no funcione de la manera adecuada con determinados títulos. Esta dinámica es más habitual con nuevos lanzamientos, así que echarle un ojo a los controladores de nuestra tarjeta podría arreglar casi todos nuestros problemas de stuttering e, inclusive, de otros tipos.
Libera recursos
Solución rápida, sencilla y lógica, pero que se nos puede pasar por alto: cierra todos los programas y tareas que no necesites. A veces el ordenador pierde rendimiento debido a que algunos procesos se siguen ejecutando en segundo plano. Ejemplo rápido: dejar Google Chrome abierto reduce la capacidad de nuestro PC, ya que es un explorador que consume muchos recursos.
Reducir la potencia gráfica
Como en casi cualquier problema relacionado con el rendimiento en los videojuegos, bajar las características gráficas liberará recursos, por lo que será más complicado que haya stuttering. En ese sentido, el antilaising suele ser una de las herramientas que menos nos ayuda a combatir este tipo de problemas. Bajar la resolución también puede ayudar.