Actualizado a: 22 de enero de 2024
Una vez has elegido la plataforma que vas a usar como base para tu PC, en este caso los nuevos AMD Ryzen 7000 Series (microarquitectura Zen 4), lo siguiente es elegir una buena placa base AM5. Pero entre las diferentes marcas y modelos, no siempre es sencillo elegir, así que en este artículo te ayudamos a elegir la más adecuada.
Mejores placas base AM5 para AMD
Entre las mejores placas base AM5 que tienes para los nuevos procesadores AMD, están:
ASUS ROG Strix B650
La primera placa base que te recomendamos es la ASUS ROG Strix con socket AM5 y chipset B650. Una placa base preparada para la nueva generación de AMD Ryzen 7000 Series, de tipo ATX, y con soporte para la nueva memoria RAM DDR5.
En cuanto a conectividad, dispone de ranuras M.2, PCIe 4.0, LAN de 2.5Gbps, WiFi 6E, USB 3.2 Gen 2×2 tipo C, USB 3.2 Gen 2, HDMI 2.1, DisplayPort 1.4, y Bluetooth 5.2. También tiene sistema Aura Sync RGB y un diseño térmico optimizado para que puedas jugar horas y horas sin problemas de temperatura.
Gigabyte X670 Gaming
El siguiente modelo de placa base recomendada para los nuevos chips de AMD es esta de Gigabyte. El modelo Gaming X AX lleva un socket AM5, y un chipset X670. Es de tipo ATX, y cuenta con una buena calidad de construcción, además de sistema de refrigeración inteligente con Smart Fan 6 y distintos sensores. También tiene compatibilidad con USB4, PCIe 5.0, ranuras M.2, HDMI, USB-C de 20 Gbps, WiFi 6, etc.
ASUS ROG Strix X670E-E Gaming
Por otro lado también tenemos la ASUS ROG Strix X670E, la hermana mayor de la anterior, ya que cuenta con el chipset más poderoso de la serie, la versión E. Esta placa base es compatible con los nuevos AMD Ryzen 7000 Series, con socket AM5, y soporte para memoria DDR5.
Además, cuenta con infinidad de tecnologías para mejorar la refrigeración, y otros elementos, como AI Cooling II, Aura Sync, ProCool II, una calidad excepcional de construcción y todo lo que puedes esperar de la mejor marca de placas base. En cuanto a la conectividad, tienes PCIe 5.0, USB 3.2 Gen 2×2, WiFi 6E, ranuras M.2, Ethernet Intel de 2.5Gb y ASUS LANGuard.
MSI MPG X670E CARBON
MSI también tiene un gran modelo como el MPG X670E si quieres ir a la gama más alta. Esta placa base de la serie CARBON es una ATX con socket AM5, y soporte para la nueva DDR5 con Memory Boost de hasta 6600 Mhz (OC). Incluye ranuras PCIe 5.0, M.2, WiFi 6E, USB 3.2 Gen 2×2, HDMI 2.1, DisplayPort 1.4, y Bluetooth 5.2. Y, por supuesto, con un sistema de refrigeración eficiente y una alta calidad de fabricación.
AsRock X670E Taichi
Para finalizar, si quieres una buena placa base relación calidad-precio, también tienes esta Asrock con chipset X670E, ATXE, socket AM5, soporte DDR5 hasta 4000 Mhz, conectividad Bluetooth y WiFi, PCIe 5.0, USB de nueva generación, etc.
Cómo elegir una placa base
La placa base no va a influir tanto en el rendimiento como otros componentes como pueden ser la propia CPU o la GPU, pero es un elemento importante, ya que en ella irán conectados todos los demás componentes y de ella dependerá la interacción entre todos ellos. Es decir, si se puede pensar en la CPU como el cerebro de la máquina, la placa base podría ser algo así como el bulbo raquídeo. Por eso, es importante elegir una de buena calidad.
Como recomendación, decir que algunas de las mejores marcas de placas base son: ASUS, Gigabyte, MSI, ASrock.
Socket y chipset
En este caso va a depender del tipo de CPU elegida. En este caso, como se trata de una AMD Ryzen 7000 Series basada en la microarquitectura Zen 4, no tienes más opción que elegir el socket AM5, un nuevo zócalo LGA con 1718 pads de contacto.
En cuanto a los chipsets disponibles para esta plataforma, tienes tres de ellos:
- X670E: es el modelo más extremo, el mejor de los tres. Está destinado a las placas base de gama más alta. Este chipset tiene un mejor soporte de nuevas tecnologías y es más rápido. Además, tiene mayor potencial para overclocking.
- X670: se trata de una versión más modesta del anterior, también con soporte de nuevas tecnologías, pero con menor número de posibilidades. Aún así, sigue teniendo un buen potencial para overclocking.
- B650: es la opción más económica de todos, con menos conectividad y menores prestaciones, así como una menor capacidad de overclocking.
Aunque aquí nos centramos en las placas base de gama más alta, como las de chipsets X670 y X670E.
También el chipset es importante, ten en cuenta que son el corazón de la placa base, el centro logístico que se encarga de interconectar los diferentes componentes y periféricos con la CPU. De ellos dependerá la cantidad de puertos y la velocidad de los mismos, por lo que es importante elegir. Además, algunos de ellos permiten realizar overclocking, lo que te ayudará a extraer rendimiento extra de tus procesadores.
Antes había muchos más constructores de chipsets como VIA, NVIDIA, etc. Sin embargo, con el tiempo han ido desapareciendo, y actualmente para Intel y AMD son ellos mismos los que crean sus chipsets optimizados. Por tanto, no vas a encontrar otros.
Factor de forma
Por otro lado, a la hora de elegir una placa base, independientemente del tipo de socket o del chipset elegido, también es importante que elijas un factor de forma, es decir, el estándar que define el tipo de conexión con la fuente de alimentación o PSU y el tamaño de la placa base. Esto es importante si vas a usar cajas para PC de tamaños pequeños, ya que tendrás la elección más restringida.
- ATX: es el común, son las más grandes. Existen también variaciones como XL-ATX y E-ATX con más slots de expansión. Este factor de forma ya lleva muchos años entre nosotros y está pensado para PCs de sobremesa y estaciones de trabajo.
- micro-ATX: es un tamaño similar al anterior, pero reducido. Puede usarse para cajas más pequeñas, aunque se adapta bien a las torres más grandes.
- ITX: es un formato bastante pequeño, pensado para cajas más reducidas, pero sin olvidar el rendimiento.
Existen otros formatos más, aunque estos son los más importantes que vas a encontrar para esta plataforma. Por lo general, seguramente elijas una ATX para un PC de sobremesa convencional, aunque si vas a montar un miniPC puede que te interese más el mini ITX.
Puertos y conexiones
La placa base tiene una gran cantidad de conectores internos y externos. De esto dependerá en gran medida la conectividad de tu PC. Es cierto que se podría mejorar la conectividad utilizando algunas tarjetas de expansión, hubs externos, etc., pero esto no es lo ideal. Por este motivo, asegúrate de que tu placa base tiene las conexiones que necesitas.
Por ejemplo, las más importantes de todas son las USB de última generación para conectar periféricos. También es importante que elijas una placa base con RJ-45 o Ethernet LAN si vas a usar conexión a Internet por cableado o que elijas una placa base con adaptador de red inalámbrico si deseas usar WiFi. Es cierto que luego podrás elegir una tarjeta de red wireless si lo necesitas, pero si lo integra la propia placa base, mucho mejor.
Otros conectores importantes, a nivel interno, son los SATA, si vas a usar alguna unidad de este tipo, así como los conectores para SSD tipo M.2, las ranuras de expansión PCIe para la tarjeta gráfica, etc. Otros puertos, como los jacks de sonido o los puertos HDMI o DP para vídeo se incluirán en la tarjeta de sonido y en la tarjeta gráfica respectivamente, si no optas por una integrada (sonido e iGPU/APU), en cuyo caso sí que estarán también integrados en la placa base.